El Tercer Informe Sobre Cambio Climático en Catalunya (TICCC) alerta de que el incremento de las temperaturas a consecuencia del cambio climático puede disparar las muertes por olas de calor de las 300 actuales a 2.500 en el año 2050 en Catalunya.

El conseller de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia, Raül Romeva, y el de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, ha presidido este lunes la presentación en la Generalitat del TICCC, elaborado por 141 expertos de universidades y centros de investigación y 44 revisores.

El trabajo proyecta que Catalunya experimentará un aumento de la temperatura de 0,8 grados en esta década y de 1,4 grados hacia 2050, además de una disminución del 10% de la precipitación hacia mediados del siglo XXI.

Esto, entre otras consecuencias, además de la salud, podría perjudicar la producción agroalimentaria, el turismo y el abastiment de agua.

El informe está integrado por 24 capítulos repartidos en un apartado sobre la evolución pasada y futura del clima, su afectación a los sistemas naturales y humanos y el cambio climático. Las emisiones catalanas de gases de efecto invernadero (geh) han crecido un 9,2% entre el 1990 y el 2013 todo y el ligero descenso los últimos años.

Las lluvias han bajado del 1950 al 2014 un 1,2% por década de media mientras que en el Pirineu han bajado un 2,4% y en el Pre-Pirineu un 3,9%.

De cara al 2050 se podrían ver disminuciones de un 10% de la media en algunas zonas a la primavera, verano y otoño, y crecerá la torrencialitat y la frecuencia de días con lluvias muy intensas.

En cambio, las temperaturas han crecido 0,23ºC por década desde el 1950, y 0,33ºC en verano. Esto hace prever un incremento de 0,8ºC esta década y de hasta 1,4ºC el 2050 respeto la media del 1971 al 2000. Los incrementos podrían ser más elevados a los veranos y al Pirineu. Aumentarán las temperaturas extremas, las oleadas de calor, las llamadas noches tropicales, con mínimas por encima de los 20ºC y algunas por encima de los 25ºC, y se alargarán las sequías.

Una de las novedades del informe es que concluye que los niños, la gente mayor y las personas con patologías previas, además de la población de nivel socioeconómico bajo, son más vulnerables a sufrir los efectos del cambio climático.

Por eso, como los episodios de calor extremo serán más frecuentes y largos, la mortalidad por esta causa podría multiplicarse por ocho, sobre todo en personas con enfermedades cardiovasculares y respiratorias, del sistema nervioso y mental, con diabetes o enfermedades del sistema urinario y renal.

También aumentarán los efectos de las alergias, debido al desplazamiento y cambios en la duración de las estaciones. Igualmente, el aumento de temperaturas puede facilitar la transmisión de enfermedades a través de mosquitos de ámbito tropical como el dengue, la malaria o el 'chikungunya'.