Más de 680 cordobeses al final de sus vidas reciben atención psicosocial de la Obra Social 'la Caixa'

  • El Programa de Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Obra Social 'la Caixa', a través de sus equipos de atención psicosocial, ha acompañado a más de 680 cordobeses en el final de sus vidas y a más de 1.000 familiares.
El equipo de atención psicosocial presta atención a una persona
El equipo de atención psicosocial presta atención a una persona
EUROPA PRESS/OBRA SOCIAL 'LA CAIXA'
El equipo de atención psicosocial presta atención a una persona

Así lo ha indicado la organización en una nota en la que ha detallado que el equipo de profesionales que desarrolla el programa en Córdoba, a través SARQuavitae Córdoba, ha atendido hasta ahora a 689 pacientes y 1.032 familiares, proporcionando atención psicosocial en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, en la Residencia Remedios (Aguilar de la Frontera), en el Hospital Infanta Margarita (Cabra) y en el Hospital Valle de los Pedroches (Pozoblanco).

La Obra Social 'la Caixa' y SARQuavitae Córdoba han firmado recientemente un convenio que renueva el compromiso de seguir impulsando en 2017 el Programa para la Atención Integral de Personas con Enfermedades Avanzadas en Almería.

Enmarcado en la Estrategia en Cuidados Paliativos del Sistema Nacional de Salud, con este programa la Obra Social 'la Caixa' pretende "complementar el modelo actual de atención a personas con enfermedades avanzadas con el fin de alcanzar una atención integral que tenga en cuenta los aspectos psicosociales" al paciente y a sus familiares, así como la atención al duelo, el apoyo a profesionales de cuidados paliativos y el acompañamiento de voluntarios.

Las dimensiones que mejoran en el paciente son la psicológica, la social y la espiritual. La primera evaluación científica realizada en 2014, concluye que la atención psicosocial que ofrece el programa, y que contempla las tres dimensiones, responde a las necesidades y mejora en el 90 por ciento de los síntomas provocados por la enfermedad y que perjudican el estado anímico y psicológico de los enfermos atendidos.

El estudio concluye que el 92 por ciento de los enfermos califican de excelente o muy buena la atención recibida, y cerca del 90 por ciento aseguran que han podido resolver temas difíciles (la mayor parte, de comunicación y de relación con la familia y su entorno) gracias a este apoyo.

Sin embargo, la dimensión espiritual se considera un "eje central" de atención a las necesidades de los pacientes en situación de final de vida. Por ello, y desde su puesta en marcha, el Programa de la Obra Social 'la Caixa' ha impulsado una evaluación del dolor espiritual, basada en las entrevistas que los profesionales realizan a los pacientes.

En estas conversaciones surgen cuestiones de carácter trascendente, como la necesidad de ser reconocido como persona; la necesidad de hacer una revisión de su vida y del pasado y encontrar sentido a la existencia; la necesidad de liberarse de la culpabilidad, de reconciliarse y sentirse en paz y perdonado; la necesidad de un más allá y de una auténtica esperanza; la necesidad de expresar emociones y vivencias religiosas, y la necesidad de amar y ser amado.

Los análisis realizados muestran que estas necesidades esenciales mejoran o se mantienen estables a pesar de la proximidad de la muerte en el 94 por ciento de las personas atendidas, tras la intervención de los equipos de atención psicosocial.

EFECTIVIDAD

Además, los resultados muestran que cuanto más alto es el nivel de sufrimiento de los pacientes, mayor es la efectividad de la intervención de la atención psicosocial. A pesar de partir de una situación más severa, tras la intervención del equipo "se alivia el sufrimiento hasta llegar a unos, niveles tolerables, similares al de los pacientes que partían de una situación mejor".

Al abordar las necesidades esenciales, "se reduce el malestar emocional de estos pacientes", a la vez que "mejoran otros componentes psicosociales y espirituales ligados a la situación, como la ansiedad, estado de ánimo, el sentido de la vida y la sensación de sentirse en paz con uno mismo y con los demás".

Otro punto a destacar de la evaluación del dolor espiritual, es que la persona que tiene creencias, sean de tipo religiosas, sociales, científicas, filosóficas o míticas, y éstas le ayudan en la situación de enfermedad, presenta una mejora adicional en el conjunto de dimensiones evaluadas. Los profesionales ayudan a los pacientes a recuperar el valor que sus creencias le han proporcionado a lo largo de la vida.

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