Asturias se paralizó para seguir a Alonso, pero no llegó el milagro

Hubo fiesta, pero menos. Bares y centros sociales estuvieron atestados... y las calles, vacías durante la carrera. La afición celebró a gritos el chasco de Hamilton y se acordó de Ron Dennis.
La afición, pese a la decepción, volvió a seguir la carrera y a bañarse en la ‘gabinona’, el escenario de celebración de los triunfos anteriores del asturiano.
La afición, pese a la decepción, volvió a seguir la carrera y a bañarse en la ‘gabinona’, el escenario de celebración de los triunfos anteriores del asturiano.
La afición, pese a la decepción, volvió a seguir la carrera y a bañarse en la ‘gabinona’, el escenario de celebración de los triunfos anteriores del asturiano.
Fiesta, pero menos. La afición asturiana se volcó en el cierre del Mundial de Fórmula 1. «Está muy difícil, pero aunque no gane, hay que estar aquí», decía el ovetense Jaime Suárez, de nueve años.

Miles de aficionados se concentraron ayer para seguir la carrera en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, otro millar lo hizo en la plaza de América; centenares en el Casino de Gijón o en el circuito Gijón-Dakart, al igual que en la casa de cultura de Avilés. Centros sociales y bares abarrotados en toda Asturias, en contraste con las calles vacías.

Y no sólo asturianos. Aficionados con pancartas de Jerez, León o Santander tomaron la ovetense plaza de América desde las cuatro de la tarde y cortada al tráfico hasta pasadas las 21.00 horas.  Todos esperaban un milagro que no fue, pero apenas hubo lágrimas. Sí pitos para Anthony Hamilton. La cara demudada del padre de Lewis Hamilton después de la pifia de su hijo en la salida y sus apuros de motor fue celebrada con entusiasmo y gritos de «¡Alonso, Alonso!».

Los ánimos no cesaron hasta que a 18 vueltas para el final Kimi Raikonnen adelantaba a su compañero Felipe Massa tras la segunda parada en boxes. «Estaba visto», comentó decepcionado Javier Suárez, cubierto con una bandera de Asturias.

El campeonato se escapaba y la afición contuvo las respiración esperando una avería de un Ferrari. Cayó la bandera a cuadros y la afición volvió a gritar en apoyo al asturiano y salió a la calle a celebrar. ¿El qué? «Que se joda Ron Dennis», resumió Javier. Según la Policía Local de Oviedo, no hubo incidentes.

Y además... ‘casting’ de cine

Coincidiendo con el inicio del Gran Premio de F1, el estadio de fútbol Carlos Tartiere acogía ayer por la tarde un casting para participar en la película Carlitos, de la productora de Emilio Aragón.

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