Equipo Técnico Fiscalía Menores reclama que se "entrene" a alumnos para que puedan detectar situaciones acoso escolar

  • El Equipo Técnico que trabaja para la Fiscalía y el Juzgado de Menores de la Región de Murcia ha resaltado la necesidad de que los alumnos reciban un "entrenamiento" para que puedan tener una mayor capacidad a la hora de detectar situaciones de acoso escolar y, de esa manera, "puedan conocer si es normal lo que les ocurre".

Así lo ha manifestado, en declaraciones a Europa Press, Ginés García, profesional de este Equipo Técnico, integrado por cuatro trabajadores sociales, cuatro psicólogos y cuatro educadores, quienes actúan a petición del Fiscal y de los jueces de menores, inicialmente a instancias de la Fiscalía.

Según García, "es imprescindible trabajar en la labor de prevención y cada año dedicar mayor tiempo a preparar a los alumnos ante este tipo de situaciones, a hablar del tema y que el profesorado esté atento".

A su juicio, resulta primordial "introducir en el currículum educativo las tareas para el autocontrol y prevención del acoso". "Hay que entrenar a los alumnos para que puedan tener una mayor capacidad a la hora de poder detectar esta situación y dotarles de competencias, recursos y estrategias para poner solución a estos problemas, porque no son una vergüenza, sino que es la realidad", subraya.

Aunque el delito de acoso no es similar al de violencia doméstica, cuando se refiere a los menores presuntamente agresores este experto ha llamado la atención a que en ambos casos "hay un sometimiento, un abuso de poder, una dominación y ausencia de empatía con la víctima".

En cuanto a la víctima que sufre malos tratos o acoso por parte de un menor agresor, "existe una falta de recursos y habilidades y se enfrenta a un desbordamiento de todas las circunstancias y se ven sin posibilidad de dejar de sufrirlo".

Aunque el uso de las redes sociales en determinados casos ha sido positivo, considera que es una herramienta que "facilita el daño que se puede producir a la víctima, que incluso puede hacer que sea mayor y el agresor se vea amparado por iguales que no reprochan su actitud".

No hay una relación directa entre el menor que acosa a alumnos y aquel que agrede a su pareja o progenitores, aunque en este último caso García ha constatado que ha habido un "aumento" de expedientes incoados desde 2007 hasta la actualidad, según la percepción del Equipo Técnico de la Fiscalía de Menores.

En cuanto al acoso escolar, advierte que el menor agresor no tiene un perfil concreto, y se puede dar desde familias acomodadas hasta aquellas desfavorecidas. "Tampoco el fracaso académico que en algunos delito sí se da, en este caso no es un elemento directamente relacionado", indica.

En lo que respecta a la víctima, "se da una falta de comunicación, no lo pone en conocimiento de la familia y a veces lo viven en silencio por el miedo que tienen". "Sufren determinados síntomas, como carencia de sueño, ansiedad y el rendimiento académico puede pasar inadvertido", indica.

Considera, por ello, que la prevención "es importante que llegue a todas las esferas en el ámbito educativo". Y es que, explica, en el colegio o en una clase, en términos generales, hay cuatro grupos divididos: uno o varios acosadores, los que aplauden su intervención pero no intervienen directamente, los neutrales que muestran indiferencia y los que rechazan estos comportamientos e incluso están aquellos que ofrecen su apoyo y se lo comunican al profesor.

En su opinión, "si se trabaja en la prevención el grupo de personas que muestran indiferencia pasará a incorporarse al grupo que lo rechazan".

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