"Se trata de un paso más en la lucha contra la violencia machista", ha enfatizado la concejal de Inclusión e Igualdad, Arantza Gracia, quien ha informado del contenido del acuerdo suscrito con el concejal de Vivienda, Pablo Híjar.

Estas nuevas viviendas se suman a los recursos ya existentes del Ayuntamiento de Zaragoza, que dispone de un centro de acogida de alta protección para 10 familias y cuatro viviendas tuteladas, donde las mujeres tienen algo más de autonomía, ha precisado Gracia.

En rueda de prensa, Arantza Gracia ha relatado que de las once viviendas, cinco son de alquiler más bajo que el social al ser un "recurso intermedio hasta tener independencia habitacional y pueden estar un año".

Estas viviendas están dirigidas a mujeres que teniendo cierta independencia e ingresos económicos todavía no pueden emanciparse y ser completamente autónomas.

En este caso, las arrendatarias se hacen responsables de todos los aspectos relacionados con el alojamiento y de abonar el importe del alquiler mensual, los gastos de comunidad y suministros.

ACCESO EXTRAORDINARIO

Las otras seis viviendas son de acceso extraordinario y la inquilinas tienen que abonar el precio establecido por un alquiler social. Están ideadas para mujeres que han agotado los sistemas ordinarios de acceso y necesitan una vivienda para su integración definitiva o para las que necesitan de forma urgente para su proceso personal disponer de una casa.

Para acondicionar estas once viviendas se han invertido 23.000 euros. La concejal ha anunciado que el próximo año se habilitarán otras seis viviendas de acceso extraordinario.

Por su parte, Híjar ha destacado que "existe sensibilidad" hacia este colectivo de mujeres que disponen de más recursos y las viviendas "son una garantía en el desarrollo de su actividad en la lucha contra la violencia de género".

A partir de ahora responsables de la Casa de la Mujer se encargarán del proceso de selección de las mujeres con hijos a su cargo que accederán a los inmuebles.

Híjar ha relatado que se amplía este recurso porque "hay necesidades diversas y no todas las mujeres están en las mismas condiciones y no todas están en ese punto y muchas no pueden acceder a vivienda libre".

Por su parte, Arantza Gracia ha añadido que "de esta forma se facilita el proceso de autonomía y hay una demanda de acceso a la vivienda porque es necesario para su empoderamiento".