Según ha informado la compañía, las razones de esta elección son "claramente la riqueza de paisajes naturales, las arraigadas tradiciones, la gastronomía y la arquitectura de las ciudades y pueblos vascos".

Desde La Cocha a San Juan de Gaztelugatxe, el tablero recoge otros puntos emblemáticos como el Puente Colgante, la Ría de Bilbao, Urdaibai, el bosque de Oma, Rioja Alavesa, la Catedral de Santamaría de Vitoria, el parque natural del Gorbea o el Peine del Viento.

Los guionistas y editores de Hasbro y Force Eleven también han tenido en cuenta otros aspectos de la cultura vasca para realizar el juego como los herri kirolak, las regatas de traineras, la pelota vasca, la gastronomía, los pintxos o el txakoli, además de eventos como el Zinemaldia donostiarra, la Aste Nagusia de Bilbao o las fiestas de la Blanca de Vitoria. No es la primera vez que el conocido juego pone sus ojos en la comunidad autónoma, ya que Bilbao tiene su propia edición desde el año 2005.

Monopoly es el juego más vendido y jugado de las últimas décadas y ha formado parte de la vida de varias generaciones. Es un juego de mesa para negociar y ganar. Construyendo patrimonio, el objetivo es conseguir el máximo de propiedades en un duelo con los compañeros de mesa.