Los tres jóvenes, según ha informado la Policía Nacional, pertenecen presuntamente a un grupo criminal itinerante especializado en robos en oficinas y estudios. Los arrestados se desplazaban desde la ciudad de Málaga en un vehículo con placas de matrícula falsas hasta Jaén, preferentemente durante los fines de semana y días festivos. Previamente, realizaban un profundo estudio en las instalaciones donde se hacían pasar por técnicos de empresas de telefonía.

Los propietarios de una oficina, al intentar entrar en la misma, observaron que la cerradura de la puerta carecía de su bombín, escuchando levemente unos murmullos de varias personas en el interior del cuarto de contadores del inmueble. Ante la sospecha de que dichos murmullos pudiesen ser de los ladrones optaron por cerrar con llave la puerta de acceso del edificio dejando encerrados a los tres jóvenes que insistían en que les dejaran salir.

Días antes, según relata la Policía, se recibió una llamada en Comisaría donde un ciudadano comunicaba, que en sus oficinas se había personado un chico joven con acento malagueño vistiendo uniforme de una compañía de telefonía, luciendo en la chaqueta una tarjeta identificativa, manifestando que tenía que comprobar la instalación de ADSL, moviendo el mobiliario bajo la excusa de seguir la canalización de la red, realizando varias fotografías a los cajetines y a la caja fuerte de la oficina.

Esto levantó las sospechas del ciudadano que vio como, una vez que el joven abandonó el edificio, se subió a un coche que carecía de un rótulo identificativo de la empresa telefónica. Tras analizar esta información, los investigadores comprobaron que la placa de matrícula del vehículo se correspondía con otro de diferente marca y modelo.

Una vez detenidos, los investigadores han estudiado sus historiales delictivos, así como diferentes hechos ocurridos en Jaén, los cuales aparentemente guardaban relación entre ellos, así como los medios empleados para cometer los diferentes robos ocurridos por todo el territorio nacional, en especial en la provincia de Málaga.

De esta forma, la Policía llegó a la conclusión de que los tres arrestados eran componentes de una banda criminal especializada en robos en locales y oficinas donde accedían a través de ventanas o puertas que previamente eran forzadas.

Los asaltos no eran realizados al azar, ya que primeramente hacían un minucioso estudio de la zona, una vez seleccionados sus objetivos, se personaban en las oficinas haciéndose pasar por técnicos de empresas de telefonía, fotografiando y memorizando el lugar donde estaban ubicadas las cajas fuertes que violentaban mediante lanza térmica, actuando siempre durante los fines de semana. En el momento de su detención, gracias a la colaboración ciudadana, los presuntos autores no llegaron a consumir sus ilícitas intenciones.

Las investigaciones no están conclusas, ya que los agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial estudian diferentes hechos similares ocurridos en todo el territorio nacional y cuyos presuntos autores, dada la singular manera de actuar, pudieran ser los jóvenes detenidos.