Dan hasta 240 euros para que las parejas se separen pacíficamente

  • Los que recurran a la mediación familiar recibirán cheques de la Xunta de 40 €.
  • Tres parejas pidieron mediadores en 2007.
Echarse los trastos a la cabeza va a dejar de ser rentable en los procesos de separación y divorcio. La Administración autonómica pretende recompensar a las parejas que escojan los buenos modales para romper su matrimonio.

La ayuda ascenderá hasta los 240 euros y será sólo para los que en su proceso de separación o divorcio opten por el recurso de la mediación familiar. A través de esta prestación se concederán cheques de servicio gratuito con un valor nominal de 40 euros. Éstos se podrán recibir hasta llegar a la cantidad de 240 euros.

Los mediadores gallegos

Desde la Secretaría General de Igualdad señalan que el servicio de mediación familiar apenas es conocido y, mucho menos, utilizado en Galicia.

El programa Mediagal es una prestación, extrajudicial y voluntaria, para resolver los conflictos de las parejas que se encuentran en proceso de separación o divorcio. Para ello, el Gobierno autonómico ofrece un profesional especializado en el ámbito psico-socio-familiar que ayuda y orienta a la pareja en cuestión.

En este momento, la Xunta tiene en sus listas de mediadores a cerca de 300 personas inscritas. Estos profesionales provienen de ámbitos como el Derecho, la Psicología, la Psicopedagogía, el Trabajo Social o la Educación Social.

Para Mediagal, el principal objetivo es minimizar el riesgo de que los menores sean utilizados «como moneda de cambio» en el proceso de negociación. Así, pretende fomentar la coparentalidad.

Del mismo modo, se ofrecerá también mediadores a las parejas que, aun no estando en un proceso de separación o divorcio, tengan un conflicto de convivencia.

Pocas solicitudes

Los gallegos prefieren apañárselas solos a la hora de separase o divorciarse. Ni psicólogos, ni mediadores. Con los abogados es suficiente.

Según los datos que maneja la Vicepresidencia, en 2005 hubo en Galicia 8.900 rupturas.

Entre todos estos procesos sólo hubo cinco casos en los que los implicados solicitaron el servicio de mediación familiar que ofrece la Xunta. Pero las cifras, lejos de aumentar, han ido para abajo. Al año siguiente, en 2006, sólo tres parejas decidieron recurrir a esta prestación.

Por último, en lo que va de 2007 ya hay otras tres que lo han pedido.

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