En 2006, en el Registro Civil de Oviedo se realizaron 6.358 trámites. Son inscripciones y solicitudes de información.  2.770 fueron certificados de nacimiento; 3.432, de defunciones, y 1.156, de matrimonio. En atender a cada uno de quienes los solicitan tardan unos diez minutos, con lo que la espera se prolonga 45 minutos si no se consigue uno de los primeros cuatro puestos.

El demandante pide por escrito el documento y el funcionario (hay ocho) busca  el papel, porque los libros de nacimientos, defunciones y matrimonios no están informatizados.

Dicen los funcionarios del registro que son sobre todo los extranjeros los que provocan la situación actual, porque acuden a inscribirse para poder legalizarse. Por eso, el sindicato CSI-CSIF pide la creación de un registro único, al margen del Juzgado de Primera Instancia, para ahorrarse el papeleo del órgano judicial, para Oviedo y otro para Gijón, como ya se ha hecho en A Coruña.

La cola se acumula en la planta baja del edificio al que se trasladó el registro hace dos años (Comandante Caballero, 4) desde los antiguos juzgados de Llamaquique, a escasos 50 metros.

El volumen de trámites era similar entonces (6.936 documentos en 2005  y 6.885 en 2004). Pero ha cambiado la estructura de la población y son los mismos funcionarios.

Ana Mejía (mexicana residente en Oviedo)

«Estoy muy enfadada porque después de tres cuartos de hora me han dicho que se había estropeado la fotocopiadora y que no me podían dar el certificado de matrimonio. Además, sólo hay una ventanilla».

Lucía Lueje (vecina de Oviedo)

«En los antiguos juzgados nos atendían mucho mejor. Antes ibas y pedías un número y luego los funcionarios nos llamaban. Ellos no tienen la culpa porque son muy amables, pero este sistema es muy lento».

Alexandra Rodríguez (vecina de Pola de Siero)

«Estoy registrada en Oviedo, pero vivo en la Pola. Mi pareja pidió el certificado de nacimiento allí y tardaron cinco minutos, yo llevo media hora y todavía lo que me queda. Casi podían habérmelo pedido en Pola».