El extraño olor del que estos días se habla en Barcelona se nota durante el trayecto del autobús 21.

Los habitantes del Prat de Llobregat son quizá los que más sufren el extraño olor parecido a orina de gato del que estos días tanto se habla. Y no sólo lo sufren en su casa, también, según denuncian, durante los desplazamientos.

Antonia Moliner vive cerca del Port y de una de las paradas del que algunos ya conocen como el bus de los malos olores. Moliner hasta hace una semana sentía este hedor y no entiende que si no se sabe exactamente de dónde proviene el olor, se pueda afirmar que no es tóxico ya que asegura que a ella le "escocían los ojos y se me irritaba la garganta".

Guillem Frigola esperaba ayer en la parada del 21 otro bus. Trabajó muchos años en la Zona Franca y asegura tener claro que el extraño olor viene de una fábrica de piensos.

Pero no todos los usuarios de este autobús notan el olor. Generoso Calvo va a diario a la Zona Franca y asegura tener conocimiento del misterioso olor por la prensa. Tampoco Jacinto, que va a menudo al Prat lo ha notado.