Llevarán la original a la Fábrica de Tabacos. Había recibido más de 350 golpes, le habían arrancado una mano y dañado el rostro, pero desde ayer el monumento de la escritora Emilia Pardo Bazán vuelve a presidir los jardines de Méndez Núñez, aunque en forma de réplica de bronce. La original, de piedra, pasó por un proceso de restauración de año y medio, tras el que se tomó el molde de la figura que ahora retoma el lugar que ocupó la primera desde el 15 de octubre de 1916.
Según el escultor Manuel Ferreiro, encargado de la rehabilitación, la Pardo Bazán de bronce se ha diseñado «a prueba de vándalos». «Estaba muy deteriorada por el vandalismo y la humedad», dijo en el acto de colocación del monumento, que presidió el alcalde, Javier Losada.
La estatua, con el fondo de una balconada, representa a la escritora coruñesa con una pluma en la mano derecha y un libro en la izquierda, y fue creada por el escultor sevillano Lorenzo Coullaut, el mismo autor del monumento de Cervantes de la plaza de España de Madrid.
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