Los tres premios concedidos han sido 'Entidad que mayor colaboración ha mantenido en la bolsa de empleo de la Cátedra de Viabilidad Empresarial de la UMA', para la empresa 'Gisela, diseño y fantasía', recogido por su director general, Iván Ferrer Linares; 'Buenas prácticas en el ámbito de la administración concursal de empresas', para el abogado Juan Antonio Sánchez; y 'Entidades que impulsan y colaboran con el desarrollo empresarial de la provincia de Málaga', para la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), recibido por su presidente, Javier González de Lara.

Todos ellos han elogiado la actividad de la Cátedra y su capacidad de formación, en especial en el caso de la empresa Gisela donde han admitido que los alumnos en prácticas que han trabajado "han sido magníficos y algunos de ellos ya cuentan con un cargo en esta firma de ropa interior y de baño".

El acto ha contado con la presencia del director de la Cátedra, Daniel Pastor; la vicepresidenta, Ana Cisneros; el director académico y la secretaria de la Cátedra, Julio Diéguez y Elena Narváez, así como numerosos empresarios, magistrados de lo Mercantil y abogados.

El rector se ha mostrado muy satisfecho con los objetivos y el trabajo que desarrolla la Cátedra de Viabilidad Empresarial, "puesto que entre las finalidades de la UMA destaca la conexión con el mundo empresarial y éste es un buen ejemplo de cómo se puede llegar".

La Cátedra de Viabilidad Empresarial de la Universidad de Málaga nació en junio de 2013, en virtud de un acuerdo suscrito por la UMA y la empresa Daniel Pastor y Asociados, con el objetivo de fomentar la transferencia de conocimiento entre el mundo profesional y el académico en aquello referido a los procesos de saneamiento de empresas.

Así, a través de esta plataforma universitaria se quiere plasmar la vocación por el estudio y la renovación constante de la formación económica y jurídica.

Entre otras, la Cátedra realiza acciones para investigar el diagnóstico y mejora de la viabilidad empresarial desde el punto de vista multidisciplinar, conciliando el mundo académico y profesional y desde una perspectiva internacional cara a facilitar el benchmarking de los modelos más exitosos; difundir el conocimiento generado a través de actividades con proyección pública; e identificar la viabilidad de modelos de negocio.

Asimismo, se encarga de evaluar los riesgos empresariales; analizar la viabilidad económico-financiera; analizar la viabilidad de negocios internacionales; evaluar la viabilidad de actividades tecnológicas e innovadoras; agilizar los procesos concursales en coste y tiempo y mejorar su funcionamiento; y estudiar el derecho comparado internacional en legislaciones con más tradición concursalista y éxito en las mismas.