Dolores Redondo: "Las mujeres somos las que más caña nos hemos dado entre nosotras"

  • "Me gustan los hombres sexualmente pero las mujeres me gusta cómo son y piensan, me caen bien", dice la escritora, ganadora del Planeta con 'Todo esto te daré'.
  • "En la devastación del dolor nos igualamos todos: pobres, ricos, hombres, mujeres..."
  • "De niña se terminó imponiendo el silencio porque hubo muchas pérdidas en la familia".
La escritora Dolores Redondo, en entrevista con '20minutos'
La escritora Dolores Redondo, en entrevista con '20minutos'
JORGE PARÍS
La escritora Dolores Redondo, en entrevista con '20minutos'

Se convirtió hace tres años en un auténtico fenómeno de masas. Dolores Redondo (San Sebastián, 1969) publicaba El guardián invisible tras media vida dedicada a la escritura, y de repente atinó: los lectores la eligieron y desde entonces no han hecho más que aumentar.

Tras aquella obra vinieron las otras entregas que conformaron la Trilogía del Baztán, novelas que no sólo han sido de las más vendidos sino que llevaron al productor de Millenium a comprar los derechos para hacer la película de una de ellas, la primera: El guardián. La última alegría: el premio mayor dotado, el Planeta, por la novela Todo esto te daré.

¿Es por encargo?

No, te lo tienes que escribir de verdad, y fue mientras lo escribía cuando decidí ir al Planeta. Y de hecho por poco no llego al plazo, estuve muchos días sin escribir y creí que no llegaría. De encargos, nada; ya está la vida real que te encarga otras cosas.

Y de eso sabe usted bastante, de vida real...

Sí, y nadie sale como una seta, nadie sale de la nada, todos han tenido que pegarse sus malos días. Y mi vida no me gusta ponerme de heroína, pero he tenido complicaciones. Sí que soy una autora que viene del amor a la literatura y mi acceso era muy difícil y siendo muy jovencita empecé a intentarlo. Y era todo complicado, no había internet.

¿Cuántas le dijeron no?

Pues muchas, pero por no mandarlo a la adecuada. Y para ir a los premios tenías que fotocopiar todo y mandarlo por correo y te gastabas un dineral para nada, bueno, para nada no, para mantener vivo el sueño.  Hay momentos en que puedes distraerte porque surgen otras opciones de trabajo. Estudié Derecho, Restauración y he trabajado de chef de hotel y me gustaba mucho. Sigue siendo la segunda cosa que más me gusta en el mundo.

¿Y eso pudo distraerla?

Sí, pero lo otro era una luz que no se apagaba nunca. Y esa luz te dice: deberías escribir, la necesidad de hacer algo que tienes que hacer. Pero a veces es desalentador intentarlo. Algunos dejan de intentar acceder porque puede llegar a ser muy desalentador. No se deja de escribir, pero sí de intentar acceder.

¿Qué capricho se daría con el premio?

No he pensado en ninguno. Me compraría un jet o una casa en Malibú, pero no llega. Pagaré a Hacienda la mitad, porque no se computa como premio sino como trabajo.

¿Cuánto tiempo llevaba rondando esta novela?

Mucho, cuando estaba con El guardián ya la tenía en la cabeza. En la última fase de la Trilogía esta novela ya llamaba a la puerta con muchísima fuerza.

Le gusta poner el acento en la codicia en esta novela..

Sí, porque puede haber otros temas que distraigan. Y hay dos principales: la codicia y la amistad adulta, que es lo más bonito que puedes encontrar. Después del amor verdadero la mayor suerte es encontrar un amigo verdadero. Y no uno que arrastres de cuando eras niño, sino uno de mayor. Cuando alguien te acepta con todo lo que eres y traes...

Incluso les gusta...

Sí, que seas diferente, que cambies de opinión, que te vea encantador y estrafalario y te acepte es un milagro y he tenido la suerte de experimentarlo.

¿Son mujeres en su mayoría o más los hombres quienes la aceptan?

De todo. Pero yo me he encontrado más ellas.

Va a ser una excepción...

Me gustan los hombres sexualmente pero las mujeres me gustan, me caen bien, cómo piensan. Antes no era frecuente encontrar mujeres a las que les gustaran otras. Estábamos muy críticas con las demás, éramos las que más caña nos estábamos dando entre nosotras, en cómo educamos o cómo nos vestimos...

¿Entra en el círculo  editorial?

No, me quedo al margen, porque lo que me ha traído aquí estaba al margen, mi manera de vivir y trabajar siempre ha sido al margen del mundo editorial.

Así no se intoxica...

Sí, porque es muy difícil evitar convertirte en personaje, hay un gusto por hacerlo. Mi vida es muy sencilla. Si tuviera una vida sin equilibrio emocional y mala economía tendría que escribir sobre mí y no sobre otros. Antes era constante la pregunta de si era yo, con Todo esto te daré me he quitado eso un poco, como el personaje es hombre y homosexual.

¿Difícil hablar desde esa voz?

Es un escritor homosexual escritor de 52 años en el que no me ha costado tanto entrar y con el que me he sentido identificada. Y me ha gustado mucho hablar desde la voz de un hombre.

¿Le han dado ganas de ser hombre?

No, porque frente a los grandes dolores y pasiones somos parecidos. En el dolor y en la devastación del dolor nos igualamos todos: pobres, ricos, hombres, mujeres...

¿Se recuerda cuando empezaba?

Sí, con cariño.

¿Sin rencor?

Nunca lo ha habido, había sensación de invisibilidad. Te sientes un animalillo muy pequeño que cruza la carretera y que no te ven, que vas esquivando coches pero que no te ven.

¿Creía que acabarían viéndola?

Tenía la esperanza, aunque lo dejas temporadas, vuelves a la carga. Cada vez que mandas una novela a un editor es con esperanza.

Necesita paz ha dicho para escribir...

Sí, y me dan el espacio desde el que seguir creando la gente que me quiere y me cuida.

El pasado fue duro..

Sí, pero es bueno si eres espectador y tomas nota. He estado atenta a lo que pasaba. De niña se terminaba imponiendo el silencio porque hubo muchas pérdidas en la familia a quienes no les tocaba y por cosas terribles y dejó devastada a la familia. El niño queda marcado por ello, pero pueden volver a sonreír. En mi casa el dolor de los demás se contagiaba. Eso me llevó a leer y de leer surgió el deseo de escribir.

¿Algo la ha devastado como para no poder leer?

No, nunca me ha pasado. Lo veo en lectores que me cuentan en qué circunstancia han leído mis novelas y muchas veces son extremas, en un hospital, por ejemplo. La lectura per,mite que tu cerebro ye mociones descansen.

¿Leen sus hijos?

El mayor menos que la menor.

¿Cómo de complicado es conciliar sin recompensa inmediata? Porque no es como salir a una oficina...

Tengo le inmensa suerte de que mi pareja lo ve como yo. O somos dos padres o dos madres. Cuando no estoy, está él. Y mi pareja se daba cuenta de hasta qué punto estaba mal si no escribía. Viendo que era algo tan importante para mía siempre tuvo fe. Porque te pones a escribir y al final del día nadie ve lo que has hecho.

Y fuerza de voluntad, ¿no?

Yo no tengo que disciplinarme para escribir, es para correr para lo que tengo que disciplinarme.

¿El mayor riesgo que ha corrido?

Es que soy muy valiente, y he apostado, pero no he sido temeraria. Y lo he hecho saber diciendo: estoy apostando por ti, así que atento. Creo que hay causas perdidas y una de las mejores cosas que puedes aprender en la vida es en qué causas no tienes que seguir peleando.

Es difícil, ¿ayuda a escribir?

Es lo que más me ayuda siempre. Disfruto mucho escribiendo.

¿Le da miedo la película?

No, asumo que es una interpretación, no mi historia. Ahora es la historia de otra persona. Y como estoy fuera, y no me ha pesado.

¿Cómo escribe?

Dejo que crezca entera en la cabeza. Algunas ideas se eliminan solas y cuando ya siento que la tengo entera escribo todo lo que sé de la novela y es todo. Y ahí vas viendo las carencias y lo que no encaja. Directamente a la página no puedo. Si me dices ahora que te escriba directamente una de vampiros pues no podría. Si tuviera el tiempo para pensarlo y documentarme, sí.

¿Qué es lo que más teme?

La enfermedad que provoca la pérdida de memoria. Para un escritor lo peor es olvidar, olvidar lo que ha leído y ha escrito. Alguien que se pasa su vida con un mundo interior tan rico... Olvidar eso me aterra.

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