De cómo perder una ventaja de dos goles en siete minutos

Un planteamiento netamente ofensivo hizo que los de Tornadijo pusieran en poco tiempo el cartel del dos cero en lo alto del marcador. Dos goles en tan sólo 23 minutos de juego hicieron preveer una goleada que calmara las aguas algo turbias de la casa azulgrana. El juego era vistoso y rápido y las ocasiones maduraban a fuego lento. Aunque los hubo que no esperaron ni a que estuviera encendido.

Fue el caso del tempranero gol de Michael en el primer minuto del partido. Se bota un corner que el portero soriano no logra despejar y Michael dentro del área pequeña, en medio de un barullo de jugadores, deja el cuero en el fondo de la red. Poco vistoso, pero era un gol que daba cierta tranquilidad.

El juego continuó siendo de los azulgranas que movían de banda a banda el esférico sin que nadie les estorbara. Fue en una jugada pegada a la cal de la banda derecha atacante donde Mato se abrió hueco y de un tremendo zurdazo encajó el balón por la escuadra de Diego. El golazo de la tarde para uno de los mejores jugadores del encuentro. 2-0 y las cosas sino sentenciadas casi.

Las revoluciones bajaron, los defensas se durmieron y llegó el gol del Numancia B. Es casi una relación matemática que en fútbol muy pocas veces no sale. Claro que también contribuyó mucho Barandiarán que no logró atajar un tiro raso, flojo y a sus pies de Quintana. Esto era en el minuto 30.

Los visitantes se lo empezaron a creer, sacando pecho y vienendose arriba. Blas culmina en el 37 una muy buena jugada del Numancia que en apenas cinco toques bate de nuevo a Barandiarán. Aviso a navegantes, la defensa formada por Ramsés, De Prada, Anel y Javi no tampoco funciona y ahora llega la pregunta del millón, ¿cuál es la que funciona?. Los azulgranas no controlan los partidos. O están cercando la defensa contraria o sus líneas se echan una siesta general, no hay término medio. Final de la primera parte y gracias.

Jonathan le dio vitalidad al ataque de la Sego

Los soriano avisaron de que podían amargar el puente a más de uno si no se ponía remedio. Blas pegó un tremendo balonazo a los diez minutos de la reanudación pegando en toda la cruceta de Barandiarán. Al cuarto de hora comenzaron los cambios. De la Cruz por Agustín, y un poco más tarde Jonathan por Abel, que a la postre se confirmó como el mejor relevo. Lobera y Mato intentaban insuflar un poco de confianza a sus compañeros que parecía estaban detrás de la barrera. Jonathan ayudó bastante en este empeño dando mucha vitalidad al centro del campo, abandonado desde la primera por Michael.

En el 28 se hilvanó una buena jugada por el centro del campo y Mato aprovechando el pasillo ponía el 3-2. La Gimnástica buscó durante diez minutos más el cuarto, desconfiando de los sorianos que ya les habían remontado dos goles. No llegó pero tampoco hizo falta. Tres puntos y poco más.

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