El preacuerdo de convenio sometido a referéndum fue firmado por

UGT, Ekintza y la Plataforma Independiente de Mercedes (PIM), que no tienen la mayoría sindical en la planta de Mercedes en Vitoria.

ELA, a través de un comunicado, ha afirmado que lo ocurrido es "lamentable", y ha reprochado a la dirección de la empresa que tras haberse "negado" a negociar durante varios meses, "ahora ha alcanzado un acuerdo con la minoría sindical, al que se ha intentado dotar de un barniz democrático".

Este sindicato ha asegurado que la plantilla "no ha tenido la oportunidad de conocer en profundidad los contenidos del acuerdo", y que el proceso de negociación se ha desarrollado de forma "oscurantista".

Por otra parte, ha denunciado que la dirección de la empresa "presionó durante todo el día" a los trabajadores, especialmente a los 1.900 con contrato eventual, para "obligarles" a participar en el referéndum. Además, ha destacado que "directivos, trabajadores "extra convenios" y mandos, que suman unas 650 personas, han tenido posibilidad de participar en la votación".

REABRIR LA NEGOCIACIÓN

También ha criticado que sólo UGT, PIM y Ekintza han "controlado los censos y las urnas", y que "se han aceptado votos delegados y no se ha ejercido control objetivo alguno sobre las urnas". El objetivo de todo esto, según ha dicho, es "intentar legitimar el proceso con una alta participación".

ELA ha calificado el referéndum de "antidemocrático y falto de transparencia". Además, ha advertido de que el resultado de la votación "no convierte de ninguna manera el acuerdo firmado en minoría en un acuerdo aceptado por la mayoría de los trabajadores y trabajadoras". Por ese motivo, instará al resto de secciones sindicales a reabrir la mesa de negociación del convenio.