Esta revisión supone unos incremento que oscila entre el 2,29 por ciento de media para los consumidores domésticos de la tarifa D1 de Eurostat, a la que están acogidos más de la mitad de los abonados, y el 4,33 por ciento para los consumidores comerciales y pequeñas industrias.

Por su parte, la subida para los consumidores domésticos del tipo D2 será del 2,55 por ciento, mientras que para los consumidores domésticos del tramo D3 la tarifa se incrementará un 3,2 por ciento.

La subida implica un incremento de 0,1362 céntimos de euro por kWh en el coste de la materia prima, que pasa de 0,01997 a 0,021332 euros (un 6,82 por ciento más), mientras que el precio de cesión a las empresas distribuidoras se sitúa en 0,021824 euros por kWh (un 6,66 por ciento más).

El por qué de la subida

Según el Ministerio, estas subidas son el "reflejo de la reciente evolución al alza de los precios de referencia".

Industria indicó que los porcentajes de subida son el resultado de la aplicación automática del procedimiento de revisión trimestral de las tarifas, que se realiza en enero, abril, julio y octubre.

El importe exacto de la subida está determinado por las cotizaciones de los productos petrolíferos y del crudo durante los seis meses previos a la revisión y por la variación de la paridad entre el euro y el dólar del último trimestre.

En los últimos seis meses se han producido subidas del valor de cotización del crudo Brent, cuyo precio medio ha subido un 22,36 por ciento. Las cotizaciones semestrales de los productos destilados se han incrementado en un rango que va desde el 17,87 por ciento del CIF del gasóleo 0,2 por ciento de azufre del mercado de Ámsterdam-Amberes al 34,35 por ciento del fuelóleo con 3,5 por ciento de azufre del mismo mercado.