La campaña, proyectada hacia los municipios menores de 20.000 habitantes, va dirigida, fundamentalmente, al ámbito educativo del alumnado de Educación Secundaria y a jóvenes, también hacia la población en general, profesionales municipales y a padres y madres, a demanda de los propios municipios.

La campaña aborda la prevención de la violencia a través de las redes sociales entre adolescentes y jóvenes con información sobre cómo detectar relaciones de abuso y control que "con demasiada frecuencia sufren o practican jóvenes y adolescentes sin cuestionarse que son actitudes de desigualdad y que pueden traer graves consecuencias en un futuro". Asimismo, se trabaja la alternativa a estas relaciones perniciosas abordando lo que son relaciones de pareja sanas, respetuosas y en condiciones de igualdad.

La tipología de acciones que se llevan a cabo en los municipios son las referidas a teatro con enfoque de género, talleres interactivos de sensibilización, charlas y coloquios, así como talleres formativos para profesionales vinculados a la Policía Local, a los Servicios Sociales, a los miembros de las Comisiones legales de Seguimiento de Violencia de Género y profesionales en general.