El fotógrafo más cotizado de la historia, el monumentalista Gursky, expone en Nueva York

  • El autor de imágenes deterministas y carentes de emociones amplía su opción de la 'anti abstracción' en una nueva muestra de fotos frías y grandilocuentes.
  • El alemán, que vendió en 2011 la foto más cara de la historia por 4,3 millones de dólares, sigue empeñado en proponer una visión 'siempre identificable'.
  • Desea mostrar 'lo que ya existe' como forma de enfatizar la verdad contemporánea de la homogenización de la realidad, el paisaje, los ambientes, la vida...
Almacén Amazon, una de las fotos de Andreas Gursky
Almacén Amazon, una de las fotos de Andreas Gursky
© Andreas Gursky / 2016 Artists Rights Society (ARS), New York / VG Bild-Kunst, Bonn. Courtesy Gagosian
Almacén Amazon, una de las fotos de Andreas Gursky

Hijo y nieto de fotógrafos publicitarios, es casi natural que el alemán Andreas Gursky, que este año cumplió 62, se dedique a mostrar el mundo como una sucesión de inmensas lonas que anuncian la uniformidad de la vida, los paisajes y los ambientes. Líder de una corriente determinista y fría,el autor de la imagen más cara de la historia —de una simpleza básica: Rhein II, una copia cromogénica de 155,6 por 308,6 centímetros montada en plexiglás y tomada en 1999 de un panorama fluvial dominado por las líneas rectas y la composición geométrica, por la que se pagaron en 2011 más de 4,3 millones de dólares—, sigue en sus trece.

La nueva exposición del fotógrafo superestrella —uno de los pocos que gozan del infrecuente estatus— se titula Not Abstract II (No abstracto II) y es una adenda de continuidad a la antología que tuvo en cartel hace solo unos meses en el museo K20 de Düsseldorf, la ciudad en la que estudió y en la que encabezó el grupo artístico de la monumentalidad y el realismo como objeto y fin. "Mis fotografías no son abstractas. En última instancia son siempre identificables porque la fotografía en general no puede desprenderse del objeto", sostiene como dogma básico.

El inmenso almacén de Amazon

Fotos de naturaleza —las paralelas perfectadas trazadas por distintos tipos de cultivos de tulipanes en una vista área—, ambientes urbanos, muchedumbres o locales comerciales —un inmenso hangar de la empresa de venta online Amazon—, Gursky desea proponer una visión "siempre identificable". Las variaciones en la distancia sirven solo para "enfatizar las verdades contemporáneas" y presentar el tema con una "uniformidad detallada que no privilegia ni el primer plano ni el fondo".

La muestra, en la prestigiosa galería Gagosian de Nueva York hasta el 23 de diciembre, está acompañada por un paisaje sonoro preparado por el DJ canadiense Richie Hawtin. No es casualidad que el soundtrack sea hipnótico, pesado, minimalista y antimelódico: tampoco las fotos de Gursky tienen cuerpo y la música parece concederles la capacidad de "respirar". Son sensaciones aparentemente hiperrealistas pero manipuladas digitalmente para mostrar "lo que ya existe", como dicen desde la galería.

Reenfoque

Interesado en reformular debates de hace tres cuartos de siglo —abstracción contra formalismo—, el alemán quiere que la mirada de los espectadores practique un "reenfoque" que haga reconocible la aparente ambigüedad de los temas. Los mosaicos de espacios que parecen demasiado grandes para ser comprendidos también apunta al interés del artista por el "sentido de lo sublime cotidiano".

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