Una joven madre que perdió a su hijo de ocho años de edad en un incendio en su casa de Cheshire, Reino Unido, hace dos semanas fue encontrada muerta en la misma vivienda en lo que los investigadores consieran un suicidio.

La joven, de 35 años y llamada Kelly-Anne Carter había sufrido quemaduras graves en el incendio, que se produjo a primeras horas de la noche y que había acabado con la vida de su hijo Lucas el 30 de octubre, según informa el diario Mirror.

Kelly-Anne fue encontrado muerto en una propiedad a sólo unos metros de Sandbach, Cheshire, en la mañana del sábado.

La policía de Cheshire han confirmado que no están tratando esta trágica muerte como sospechosa y la tesis principal es la del suicidio.

Un amigo de la joven, que se había mudado a esa vivienda hacía seis meses, aseguró que "él era su único hijo y ella estaba totalmente dedicada a él".

En un comunicado, la escuela de Lucas aseguró que toda la comunidad estaba sumida en un "shock profundo" y añadía que "con profunda conmoción y tristeza profunda nos hemos enterado de la muerte de la madre de Lucas Carter, Kelly-Anne en la casa de su pareja el sábado".

"Ahora nos enteramos de que Kelly-Anne también ha muerto haciendo esto tanto más difícil de soportar para la familia y todos los que los conocían", decía el escrito.