Así lo ha trasladado este jueves en una rueda de prensa en Vigo el secretario nacional da CIG-Industria, Xoán Xosé Bouzas Aboi, que ha indicado que aunque la automoción "tira de la economía gallega, va perdiendo mano de obra y condiciones laborales", lo que el sindicato achaca a las políticas implantadas por PSA Peugeot Citroën y el Clúster da Automoción de Galicia (Ceaga).

En este sentido, Bouzas ha recordado que aunque "en sus mejores tiempos" PSA tuvo entre 10.000 y 12.000 trabajadores, actualmente sólo tiene unos 6.000. Una pérdida de contratación de personal que ha vinculado a que se "deriva mano de obra a las empresas auxiliares, que a su vez la deriva a empresas de trabajo temporal y empresas de servicios que no cumplen los convenios colectivos".

Según ha apuntado, en las empresas principales "se mantienen más o menos las plantillas", mientras que el descenso de personal es en las auxiliares. Así, ha dicho que hay determinados trabajadores que deberían ser de la cadena de producción pero pertenecen a ETT o empresas de servicios, "con salarios de poco más del salario mínimo". "Salarios de los años 90 en 2016", ha rematado.

A ello ha añadido que la situación "se agrava" con la deslocalización, concretamente con el hecho de que hay empresas que ubican sus plantas en Marruecos, los países del este y Portugal. "Portugal ganó en los últimos dos años 6.000 trabajadores y aquí en los últimos cinco años se perdieron cerca de 2.000", ha apostillado.

Asimismo, ha criticado que las empresas hacen competencia "irreal", montando "otras empresas para competir entre sí" por nuevos modelos y así "coaccionar" a los trabajadores y "rebajar sus condiciones laborales". Finalmente, ha censurado que se somete a los empleados a ritmos de trabajo "abusivos", con jornadas que llegan a ser "perjudiciales para la salud".

CAMPAÑA

Por todo eso, la CIG ha puesto en marcha esta campaña, por la que va a distribuir en el centenar de empresas del Cluster, que ha calificado como "clúster de la precarización", una octavilla en la que denuncia "la realidad del sector": Que "las condiciones laborales se vieron precarizadas con la intención de la patronal de incrementar su productividad atacando los derechos de los trabajadores".

Asimismo, el sindicato va a identificar y enumerar los problemas que se detecten en cada una de las empresas; presentará denuncias ante la inspección de trabajo, al que acusa de "mirar para otro lado"; y periódicamente comunicará públicamente los resultados obtenidos.