La nueva ley no puede con los vendedores de pañuelos

La Policía multa a una docena al día, también a ‘gorrillas’, que proliferan en los últimos meses. La mayoría se declara insolvente y regresa a la calle.
Un vendedor de pañuelos, ayer, en la Estación de autobuses (F. González).
Un vendedor de pañuelos, ayer, en la Estación de autobuses (F. González).
Un vendedor de pañuelos, ayer, en la Estación de autobuses (F. González).
La ordenanza de Tráfico aprobada hace más de dos años no ha erradicado la presencia de vendedores de pañuelos y gorrillas en la grandes avenidas, como la Gran Vía, pese a que impone multas de 90 euros por ejercer estas actividades, consideradas ilegales.«Esta ordenanza no es en absoluto la panacea», se lamentan fuentes de la Policía Local, que reconocen que hay una mayor dureza sancionadora. «Levantamos una media de 12 actas diarias contra estos personajes, a los que no se les puede ‘meter mano’ porque no pueden pagar las multas al declararse insolventes; des esta forma vuelven a la calle, y a estas actividades», dicen.

Vecinos de San Nicolás de Bari, Altozano o Babel han denunciado la proliferación de gorrillas y vende pañuelos en los últimos meses. «La gente se queja, pero no denuncia», matizan desde la Policía.

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Ahora, en la Gran Vía o Benisaudet

La Gran Vía, en el cruce con la avenida de Dénia o cerca del centro comercial, es uno de los puntos habituales de la presencia de vendedores de pañuelos, «la mayoría rumanos», dicen desde la asociación vecinal. «Y los gorrillas del Hospital ahora han venido a cobrar a los solares de Benisaudet», añaden.

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