"En esencia, el arte de Giger se adentra en nuestra psique y roza nuestros instintos y miedos más profundos" y "conforma una categoría en sí mismo", dijo en una ocasión el director de cine Ridley Scott. Sin acudir a la exageración gratuita, comparó al artista suizo con El Bosco y Francis Bacon, dos pintores que sobrecogen y perturban.
El artista suizo H.R. Giger —las iniciales corresponden al primer y segundo nombres, que nunca usaba: Hans Rudolf— no sólo creó a Alien, la máquina de matar alienígena, vampírica y casi indestructible que inundó el inconsciente colectivo de inquietud y pesadilla desde que Scott dirigió en 1979 la primera película de la serie. La corta carrera del creador —murió a los 74 años tras una caída accidental doméstica— es extraordinaria por lo que supuso: el cambio total en la idea de lo monstruoso.
900 dólares de precio
El libro Mythologies for the Future (Mitologías para el futuro) es la monografía que preparaba Giger cuando murió, arruinado por la dilapidación irracional y caprichosa de la fortuna que amasó con el cine y los derechos de autor de sus muy cotizados dibujos e ilustraciones. La editan ahora en una versión de gran formato, limitada a mil ejemplares y con un precio de venta casi inalcanzable para el consumidor medio [Taschen, 400 páginas, 900 dólares].
Aunque Giger es sobre todo conocido por el monstruo tecnobélico de la película de terror futurista Alien, con la que ganó un Óscar a los efectos especiales, la obra del artista es bastante más amplia. Hizo las portadas de bastantes discos, entre ellos algunos con celebrados diseños, como ELP (1973), de Emerson Lake and Palmer; Koo Koo (1981), de Debbie Harry, con la cantante empalada por agujas metálicas que le atraviesan la cara, y el dibujo Penis Landscape (Paisaje de penes), una repetición de primeros planos de sodomías, llevó a la cárcel por obscenidad al cantante punk Jello Biafra.
'Arsenal biomecánico'
Alien, dicen los editores, "no fue más que una de las expresiones más célebres del arsenal biomecánico de criaturas de Giger", que mostraba híbridos de humanos y máquinas, cartilaginosos y mecánicos, inteligentes y brutales, de "gran poder evocador y oscura psicodelia". La obra del artista, resumen, estaba "inspiraba en fantasmas del pasado", por ejemplo los vampiros, al tiempo que creaba "mitologías para el futuro".
Las imágenes condensaron las fantasías y los miedos colectivos de una época: el temor a la bomba nuclear, a la contaminación y el despilfarro de recursos, y a un futuro en el que la supervivencia de nuestros cuerpos esté supeditada a las máquinas. Fue de tal intensidad el efecto de los seres que inventó el suizo, una persona compleja, obsesionada por el sexo y la muerte, que todos los monstruos anteriores a Alien parecen azucarados y casi ramplones.
'Visión única'
La monografía es un repaso a la "visión única" de Giger. Tiene siete páginas desplegables, muestra la historia completa de la vida y el arte del creador, sus esculturas, mobiliario, trabajos para el cine y el teatro, diseños gráficos, citas, escritos y una línea de tiempo biográfica. El libro inserta un ensayo de Andreas J. Hirsch, un experto en la obra de Giger, que ahonda en las temáticas centrales del artista.
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