por importe total de 8,7 millones de euros (1,5 de ellos aportados por Cantabria y 7,1 de fondos europeos Feder y Feader) permitirán la creación de nueve pymes, entre ellas, un matadero de pollos de corral en Entrambasaguas y una empresa de patatas fritas que pondrá en marcha un autónomo en Polientes (Valderredible), que será la primera de la zona conocida precisamente por este tubérculo.

Con estas ayudas para el periodo 2016-2018, que generarán una capacidad de inversión privada en el sector agroalimentario de 33,6 millones, también se creará una empresa de envasado y clasificación de arándanos en Bárcena de Cicero.

Así lo ha detallado hoy en rueda de prensa el consejero de Medio Rural, Pesca y Alimentación, Jesús Oria, acompañado por la directora general de Pesca y Alimentación, Marta López, y quien ha destacado la "magnífica situación" de la industria agroalimentaria de Cantabria, que supone el 22,1% sobre el total de la industria regional, aglutina al 16,1% de los establecimientos industriales y emplea al 21% del personal industrial cántabro (6.534 personas).

Estas subvenciones -de cuya concesión por importe de 7,1 millones informó el jueves el Gobierno en un comunicado- posibilitarán una inversión privada de 33.639.267 millones y la creación de 104 nuevos puestos de trabajo, además de contribuir a la consolidación de otros 1.271.

Se beneficiarán de las mismas 54 proyectos presentados por 29 municipios, entre ellos Santander y Piélagos, con cinco iniciativas cada uno.

Del total, tres proyectos corresponden a grandes empresas del sector lácteo como son Quesería Lafuente, Andros La Serna, y Andía Lácteos. Las tres, con una inversión de 11,2 millones, recogen el 50% de la leche de Cantabria.

El resto de las empresas beneficiarias de las ayudas son pymes, dentro de las que se han apoyado diversos proyectos relacionados con el sector de los piensos, que está "en expansión", según el consejero, como también el de los arándanos y los de bebidas (sidra y ginebra) y sobaos, donde se contempla la construcción de nuevas instalaciones.

La intención de la Consejería es convocar anualmente estas subvenciones, cuya cuantía tendrá que aumentar la comunidad dado que el Gobierno central ha reducido su aportación un 80%, según Oria.

ALIMENTOS CÁNTABROS EN HOSPITALES Y COLEGIOS

El consejero ha incidido en que su departamento ha hecho "especial énfasis" desde el comienzo de la legislatura en el sector de la alimentación y ha recordado que está trabajando "desde hace meses" en proyectos de 'slow food', en colaboración con las direcciones generales de Educación y Salud Pública, para que los menús de colegios y hospitales ofrezcan "sobre todo productos cántabros".

También ha destacado la apuesta de la Consejería por los sellos de calidad como la marca Cantabria Calidad Natural, para productos agroalimentarios o pesqueros de espacios naturales protegidos que quiere ampliar "en un futuro" a los servicios que se ofrezcan en estas zonas. O la marca Alimentos de Cantabria, que será realidad "en cuestión de poco tiempo", pendiente únicamente de la tramitación del decreto, ha precisado la directora general.