Se trata de un sistema de depuración a través de la introducción de un catéter en el abdomen para administrar una solución con distintos componentes que tras varias horas se retira. Las sustancias tóxicas se transmiten a esta solución y después es eliminada. Así lo explica el presidente de Alcer Soria, José Antonio García, que destaca que es un procedimiento que se puede realizar en casa de forma manual y que el implante del catéter es una operación sencilla.

Para García este sistema puede facilitar la vida de los enfermos que trabajan, evitar largos desplazamientos hasta la unidad de diálisis o que los niños pierdan el ritmo escolar. "En Soria ningún paciente lo utiliza porque los médicos no lo ofertan, es una opción que no se le explica al enfermo", asegura. "Los únicos sitios de toda Castilla y León en los que no hay ningún paciente (que reciba diálisis peritonial) son Soria y Ponferrada", señala ojeando la documentación publicada por la Consejería de Sanidad en el 2006. De los 1.060 enfermos renales castellanoleoneses más de cien utilizan la modalidad de depuración peritonial. "Aquí se tendría por lo menos que ofertar a la gente para que pueda optar a este sistema aunque por supuesto tiene sus ventajas y sus inconvenientes", explica, al igual que la hemodiálisis hospitalaria. Como ventajas enumera la dieta menos estricta y la independencia, sin embargo es un tratamiento diario a diferencia de la hemodiálisis convencional.

Asegura que los pacientes no son lo suficientemente informados de las posibilidades existentes para formar parte de la lista de espera y recibir un transplante. "Hay pacientes que en cinco o seis meses no se les ha hecho las pruebas para ponerlos en las listas. Es una pérdida de oportunidades porque en ese tiempo podía haber aparecido un riñón", argumenta.

En Castilla y León los pacientes son incluidos en dos listas de centros trasplantadores uno en Valladolid y otro en Salamanca. En el hospital Clínico se realizaron el pasado año 65 trasplantes y 23 en Salamanca. En Soria ningún enfermo del riñón fue trasplantado y se produjo una donación en 2006.

No es para preocuparse pero...

García cree que la unidad de hemodiálisis del Sacyl en Soria puede congestionarse en el futuro, y no a muy largo plazo. "La situación no es para empezar a preocuparse pero sí tendrían que arbitrar alguna medida para que no les pille el toro", señala. En la actualidad 61 enfermos reciben el tratamiento en el Hospital de Santa Bárbara que cuenta con 16 puestos de hemodiálisis. En estos momentos se ha abierto un nuevo turno durante el mediodía porque, como explica el presidente de Alcer, han llegado nuevos enfermos y otros responden bien al tratamiento o no son trasplantados.

La Unidad se habilitó en el 2001 y según García faltó previsión porque la estructura no permite reformas de ampliación. Cree además que las instalaciones del Hospital Virgen del Mirón podrían ofrecer al enfermo un habitáculo más amplio, con más luz y vistas a un entorno natural desde la propia cama. "Todo eso contribuiría a hacer las sesiones mucho más relajadas", expone.

Club de diálisis

El presidente de Alcer en Soria contempla como solución el concierto de la sanidad pública con un club de diálisis con gestión privada a donde el hospital pudiera derivar a los enfermos que no pudiera atender por escasez de plazas. Y es que ya en una ocasión un paciente procedente de Santa María de las Hoyas tuvo que ser remitido a una unidad de diálisis de Zaragoza al tratarse de un paciente que debía recibir el tratamiento aislado, lo que no permitía la unidad de Soria. "Espero que ya alguna solución estén pensando en el hospital", requiere García.

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