Quiso expresar su "gran agradecimiento por la extraordinaria ayuda" que le prestó y le dejo 75 millones de euros de herencia. El testamento de uno de los hombres más ricos de Italia, y dueño de los supermercados Esselunga copa los titulares de la prensa local, y todo el mundo se pregunta ¿quién es Germana Chiodi?

Chiodi entró a trabajar como contable en los supermercados propiedad de Bernardo Caprotti cuando aún no había cumplido los 20 años, en 1968. Fue ascendiendo hasta convertirse en la mano derecha del jefe, siendo su leal secretaria.

En concreto, Caprotti, dueño de una imponente colección de castillos, villas y pinturas, le ha dejado a la secretaria la mitad de su ahorros en cuentas suizas, que después de impuestos sumarán 69 millones de euros. La otra mitad será a repartir entre los sobrinos del jefe de los supermercados.

En el testamento también figura la donación de un cuadro de Monet al museo del Louvre, aunque con la condición de que lo sitúen en la misma sala de otro de su mismo tema y obra del Tiziano.

De Germana Chiodi, la prensa asegura que fue una aliada de Caprotti cuando el empresario milanés volvió a tomar las riendas de los supermercados que había cedido al grupo Rockefeller y que, además, ejercía de enlace entre el ahora difunto y su familia.

Esta no es la primera vez que la asistente personal recibe una importante cantidad económica de su jefe, pues entre los años 2006 y 2009 recibió una donación de diez millones de euros. El premio a haber estado a su lado, en los momentos buenos pero también en los malos, dada la pésima relación que Caprotti mantuvo con sus dos hijos, insisten los medios locales.