Así, el País Vasco mantiene un saldo migratorio positivo que se repite cada año desde 2000. Ahora bien, este fenómeno se debe a los extranjeros. El pasado año llegaron de otros países 18.134 personas más de las que marcharon fuera de España.

Si miramos tan sólo la migración de personas entre Euskadi y el resto de comunidades autónomas, el saldo migratorio es negativo (–286).

Además, la migración en Euskadi está rejuveneciendo a la población. Las personas que se marchan de Euskadi tienen una media de 34,7 años. Los que vienen a vivir al País Vasco, 30,9.

El estudio del Eustat también refleja que uno de cada diez vascos cambió su residencia en el año 2006. En total, hubo 201.095 traslados de casa.

Eso sí, la gran mayoría de estas mudanzas (70,2%) son sin salir de los límites de Euskadi.

Con todo, el vasco es muy sedentario. Aquí, 30 de cada 1.000 habitantes se marcharon fuera del País Vasco en 2006. La media española es 47 de cada 1.000.