Cada vez hay menos estudiantes dispuestos a compartir piso con una persona mayor. Ésta es la conclusión a la que se llega al observar que en el curso que acaba de empezar hay un 27% menos de estudiantes que viven con ancianos, al pasar de 11 a 8 en apenas 12 meses.

Este programa de convivencia entre personas de distintas edades está impulsado por la Delegación Provincial de Igualdad y Bienestar Social en colaboración con la UCO . Como ventaja para los estudiantes que se animen a pasar un curso entero con alguien que les triplica en años está que no deberán pagar nada por el alojamiento, salvo los gastos comunes de luz y gas.

Desde la Junta se informa que el plazo para apuntarse está abierto durante todo el año. Sólo hay que dirigirse a la Delegación de Igualdad, sita en la plaza Ramón y Cajal, 6, y presentar su solicitud.

Un caso real

Silvia Muñoz comparte piso por segundo curso consecutivo con Ángela Roldán, una viuda de 92 años. «Al principio no sabes cómo van a salir las cosas, pero luego compruebas que todo es fenomenal». Así lo reconoce Silvia Muñoz, una estudiante de tercero de Magisterio de Infantil natural de Cardeña, que vive en el piso de Ángela Roldán durante todo el curso.

La mayor de las mujeres está muy satisfecha de este programa de intercambio. No en vano, Silvia es la cuarta chica que acoge en su hogar y «con todas ellas sigo manteniendo el contacto». La estudiante afirma que sus amigos se extrañan cuando les dice que comparte piso con una persona mayor, «pero yo les contesto que se vive sin problemas».