El partido se empezó a poner entretenido a partir de la segunda parte. Y es que a La Granja le cuesta mucho entrar en el juego. Arranca siempre deprisa y corriendo por haber encajado un gol que le coloca contra las cuerdas. Se empeña en hacer correr la pelota por el centro del campo y busca casi siempre meterse hasta dentro de la portería contraria, sin buscar con demasiado ahínco los disparos desde fuera del área. Los laterales suben poco por la banda para apoyar el ataque, lo que notan mucho los delanteros cuando encaran en las bandas a la zaga contraria. Pero no siempre cayeron en estas deficiencias y hubo casi media hora en la segunda parte que La Granja se convirtió en un equipo serio y duro en todas sus líneas.

El Almazán se encontró con el gol a las primera de cambio

La verdad es que en la primera parte se echó de menos la habilidad para buscar el hueco de Chiqui y la velocidad de la carrera de Carlitos pero las rotaciones y las molestias físicas nos privaron de verlos de corto. Fue sobre todo después del gol del Almazán cuando más se les buscó. Un tanto muy tempranero, en el minuto siete de la primera, tras colgar una falta al área se queda el balón sin dueño y Julio bate a Lucky a placer. La Granja se vino abajo y los celestes empezaron a recordar el partido contra la Anrandina que empezó de la misma manera. Casi 20 minutos le costó a los locales sobreponerse del golpe y levantar la cabeza. Mientras tanto siempre estuvo ahí un central, Juan Pablo, el mejor de los granjeños. Bien colocado, empujando a su equipo e imprimiendo carácter a los suyos.

La Granja jugó mejor con diez que con once, ¿tópico o realidad?

Algo de despiste hubo también en los primeros minutos de la segunda parte. El Almazán a punto estuvo de sentenciar el partido, pero hubiera sido demasiado premio para los sorianos que jugaron muy poquito al fútbol. Más bien nada. Los que si que se echaron arriba y arrimaron el hombro fueron los locales. Que empezaban a triangular en ataque con mucho peligro.

El gigantón Chechi empezó hacerse con el centro del campo y valiéndose de su corpulencia habilitaba a las bandas para los pequeñitos de la clase, Bubi y Miguelañez. Pero no iba a ser tan fácil. En el '24 Roldán se mete dentro del área soriana y se tira buscando el penalti. El árbitro lo vio claro. Amarilla y como ya tenía una expulsado. Flaco favor que le hizo el centrocampista a su equipo que con uno menos seguía perdiendo por un tanto a cero.

El equipo no dio por perdido el partido y siguió volcado en el ataque con un Almazán que se había confundido de deporte y creía que en no jugar estaba la victoria. Entró Adrián por un cansado Bubi que se había ido apagando. También Arribas quitó a Miguelañez por un delantero nato, Juanlu II, la suerte estaba echada.  Desde la estrada de Adrián se vio que de llegar algo para La Granja debería ser por esa banda.

Diez minutos después de su entrada marcó, y cómo marcó. Un pase bombeado hacia su banda. El línea levanta el banderín señalando fuera de juego de Chechi. El árbitro deja seguir la jugada con todo el Almazán mirando y Adrián a placer bate a Fran con un globito perfecto marca de la casa. Los sorianos hacen un corrillo alrededor del árbitro que consulta con su asistente. Todos creíamos que no lo daría por bueno pero se dio la vuelta y señaló el centro del campo. Gol, y al ralentí, como mejor saben. Minuto 40.

Al Almazán le entraron las prisas, pero ya era demasiado tarde. El fútbol le quita un punto al antifutbol a base de coraje.

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