En vivo, a primera hora

Los bajos del restaurante Batanga esconden una pequeña cueva con conciertos desde las 22.00 horas y con mucha, mucha marcha.
Ambiente de fiesta en la Pequeña Bety.
Ambiente de fiesta en la Pequeña Bety.
Ambiente de fiesta en la Pequeña Bety.

Como quien no quiere la cosa, en las catacumbas del restaurante Batanga, uno de esos sitios en los que los comensales van a cenar poco antes de marcharse a un concierto de piano, se sitúa  un local en las antípodas de este tipo de público. Es la Pequeña Bety, un reducto de directos de grupos noveles, principalmente de indie, pop y garaje; dirigido, precisamente, por una de las encargadas del restaurante, Patricia Rasines: «A mi jefe, al principio, le parecía algo arriesgado, pero ha acabado dando resultado», asegura.

La banda sonora va desde el pop hasta el rockabilly, con una decoración plagada de motivos retro. Además, sorprende el ambiente de marcha y fiesta en un garito que cierra tan pronto. ¿La razón? Los clientes son casi fijos, y parecen conocerse de toda la vida. Muchos de ellos suelen acudir más tarde al Wurlitzer de la calle Tres Cruces, un local con el que comparten filosofía y música, para acabar la noche.

Toma nota

La pequeña Bety * Calle Reina, 4. Metro: Gran Vía. Abierto de martes a sábado, de 17.00 a 2.30 horas; en la misma puerta del restaurante Batanga, en la planta baja. Entrada libre (cobran entrada en algunos conciertos, viernes y sábados, a partir de las 22.00 horas). Cervezas y refrescos, a tres euros; copas, a seis euros. Este fin de semana no te pierdas los directos de Cromosoma 3 y Orange Sunshine. www.myspace.com/littlebety

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