Considerado el ballet más emblemático del romanticismo, el montaje que ahora propone María Giménez apuesta por la fidelidad al original de Théophile Gautier. Una versión, pues, muy poco versionada y que deleitará a los aficionados al ballet más tradicional.

Musa de Víctor Ullate

Eso sí, no tendrán ocasión de ver a María Giménez sobre el escenario. La que fuera musa de Víctor Ullate le cede el protagonismo a la gallega Mireia Facal y a Paula Acosta, que se intercalan en el papel de Giselle.

Giselle. O la encarnación del poder del amor. No es el ballet romántico por excelencia por casualidad. La historia imaginada por el poeta Gautier habla de una joven campesina que se enamora hasta la muerte. Literalmente. Porque la gran decepción que sufre con su amado le lleva al otro mundo. Y vuelve.

Fantasma enamorado

Giselle se convierte en Willi, un alma en pena que protagoniza la segunda parte de este ballet, que con esta conjunción del mundo real y del fantasmagórico y con su firme defensa del poder del amor se ganó a pulso el título de obra más romántica del romanticismo.

Y si la historia ya parece cautivadora o, al menos, interesante, más tentadora resulta la compañía que la ha devuelto a escena. María Giménez es una de las grandes del ballet española actual y una de las más firmes defensoras del clasicismo.

Por eso decidió fundar una compañía que apuesta exclusivamente por obras clásicas. De hecho, su segundo espectáculo es otro ballet muy conocido y muy clásico,  Cascanueces.

* Teatro Colón: Avenida de La Marina. Hoy y mañana, a las 20.30 horas. Las entradas cuestan 8, 12, 15 y 18 euros.