Según ha explicado la Diputación en una nota, García ha señalado que "está sobre la mesa valorar cuánto cuesta construir la residencia, cuya obra está paralizada, y también cuánto cuesta rehabilitar la existente, y asimismo está la posibilidad de que otros edificios de la ciudad puedan utilizarse".

La presidenta ha indicado al respecto que la Diputación no solo está mirando el coste económico final de una construcción, sino que "está mirando, por un lado, garantizar un servicio público, la asistencia los mayores que es primordial, y asimismo permitir que la conciliación familiar de esos usuarios garantice un trato humano, facilitando a los familiares que esos ancianos puedan estar con ellos".

"Hemos compartido con el Ayuntamiento que valoremos y reflexionemos desde el punto de vista arquitectónico como económico que salida adoptar", ha dicho la presidenta, quien también ha anunciado la intención de reunirse con los colectivos sociales para escuchar sus puntos de vista sobre la residencia de ancianos.