Desde el 29 de septiembre, los propietarios ya pueden entrar a cultivar las nuevas fincas, si bien los antiguos propietarios de los terrenos plantados de almendros tienen derecho a la producción obtenida hasta el 1 de noviembre de 2016, y los de terrenos plantados de olivos lo tienen hasta el 1 de febrero de 2017, ha informado el Govern en un comunicado.

Además, los propietarios y cultivadores están obligados a respetar los caminos, drenajes y servidumbres antiguas necesarios para el acceso normal y el cultivo de las fincas de la zona hasta que se entregue el uso de la nueva red de caminos y drenajes.

Esta concentración parcelaria, acordada por un decreto de marzo de 2006, incluye 2.660 hectáreas, que inicialmente estaban estructuradas en 1.646 parcelas de 715 propietarios.

Tras la concentración, el número de fincas ha reducido hasta 1.114, y la superficie media de cada finca ha pasado de 1,62 hectáreas a 2,39, ha indicado la Conselleria.