La preocupación por la idoneidad de encargar deberes para casa y por la duración de los mismos se circunscribe a toda la sociedad española, pero especialmente a los padres de los alumnos. Son ellos los que contemplan de primera mano el efecto que tienen los las tareas escolares sobre sus hijos. Son ellos los que gestionan el tiempo libre de los chavales. Y también, en muchos casos, los que acaban ayudándoles a completar los ejercicios.

La sensibilidad de los padres en este asunto circula de forma paralela al resto de la sociedad, según las respuestas que ofrecen los ciudadanos en la primera ola del barómetro Ulises elaborado por la empresa MyWord para 20minutos. Pero también se reflejan algunos posicionamientos particulares que les distancia de la opinión general de la ciudadanía.

La opinión mayoritaria de los padres de alumnos de Primaria es contraria a que sus hijos hagan deberes diariamente. Para los padres de niños de 6 a 8 años la cifra asciende al 64%, mientras que, entre los padres de niños algo mayores, de 9 a 12 años, es del 52,8%. Comparado con la opinión de todos los encuestados, se observa que los padres de los alumnos de Primaria de mayor edad les liberaría más de sus tareas (11,5 puntos de distancia) que la población en general.

Por otro lado, solo el 11,4% de los encuestados favorables a los deberes cree que los niños de 9 a 12 años deban dedicar más de hora y media; pero la realidad es que el 28,2% de los progenitores dice que dedican más de este tiempo. Y lo mismo con los más jóvenes; solo el 17% de la población en general cree que los niños de 6 a 8 años deben trabajar más de una hora diaria y, sin embargo, el 28,9% de los padres de estos niños dice que alargan su tarea más allá.

La mayoría de padres —con hijos de todas las edades— que creen que los niños de 6 a 12 años deberían hacer deberes diariamente considera que lo ideal es que empleen cada día entre media hora y una hora. En el caso de los niños de 6 a 8 años, los padres que encuentran este tiempo de dedicación adecuado son el 50,9% y para los niños de 9 a 12 años, el 46,7%. En este aspecto, no existen diferencias relevantes entre padres y población general.

Los padres de los niños más pequeños —menores de 9 años— muestran más reticencias hacia los deberes. Por un lado, señalan en menor medida los aspectos positivos de hacer deberes: un 42,7% dice que sirven para desarrollar disciplina y hábitos de estudio (9,4 puntos menos que la población general), un 36,9% argumenta que los deberes son útiles para afianzar contenidos (8,5 puntos menos) y un 25,6% afirma que los deberes son una buena manera de mantenerse informado de lo que hacen los niños en el colegio (8,1 puntos porcentuales menos que el conjunto de entrevistados).

Y por otro lado, estos mismos padres tienden a remarcar los aspectos negativos de los deberes: un 55,4% indica que limitan el tiempo para realizar actividades creativas —casi 10 puntos más que la población general—, un 45,6% opina que tampoco les deja tiempo para practicar deporte (casi 8 puntos más) y un 34,2% cree que son contraproducentes porque agotan a los niños y luego no rinden en el colegio (casi 7 puntos más que el conjunto de la población).

Los padres con hijos mayores de 12 años son, por el contrario, más partidarios de los deberes: creen en mayor medida que sirven para desarrollar disciplina (56,2% frente a 52,1% de la población general), para afianzar contenidos (50% frente a 45,4%) y para hacer seguimiento a los niños (37,4% frente a 33,7%). Asimismo, también le ven menos inconvenientes a los deberes: un 40,3% piensa que no les deja tiempo para realizar actividades más creativas (seis puntos menos que la población general) y un 34,9% cree que no les deja tiempo para hacer deporte (tres puntos menos).