El Real Zaragoza afronta el partido de vuelta de la primera eliminatoria de la Copa de la UEFA convencido de superar la desventaja (1-0) del partido de ida contra el conjunto griego del Aris de Salónica.

A principio de temporada uno de los objetivos del conjunto zaragozano era llegar lo más lejos posible en esta competición, e incluso aspirar a ganarla en función de cómo transcurriera las eliminatorias. Caer en la primera eliminatoria supondría un gran fracaso para el equipo. A pesar del irregular comienzo de liga del equipo maño la plantilla se muestra confiada en sus propias fuerzas para superar el gol de ventaja que consiguió el conjunto heleno en su terreno de juego y poder acceder a la siguiente fase de la competición.

En el partido de ida disputado en Salónica el equipo maño dio una imagen muy lejos de lo que se espera de él, y aún así tuvo opciones para haber igualado la contienda y haber logrado un resultado más favorable para la vuelta. El equipo griego, apoyado por un público incansable, se mostró como un bloque trabajador y disciplinado pero la teoría dice que fuera de su estadio baja muchos enteros.

Además, el hecho de haber jugado en la ida en un campo de pequeñas dimensiones y cuyo césped estaba en mal estado le benefició ante un equipo aragonés que espera que en La Romareda y con un terreno de juego en buen estado sea capaz de marcar la diferencia que teóricamente existe entre ambos conjuntos.

La victoria del pasado sábado contra el Sevilla, a pesar de que los andaluces fueron superiores durante casi todo el encuentro y merecieron una mejor suerte, ha supuesto grandes dosis de tranquilidad para afrontar este encuentro. A pesar de que Víctor Fernández no ha dejado ver las cartas con las que jugará el encuentro de mañana todo parece indicar que pondrá en juego a la mayoría de los considerados titulares y no realizará rotaciones. Para este encuentro no podrá contar con los lesionados David Generelo, Francelino Matuzalem y Javier Paredes.

El cuadro griego tampoco llega a este enfrentamiento en su mejor momento porque en la liga de su país ocupa la undécima posición de 16 equipos con tres empates de tres encuentros disputados, el último la pasada jornada en su estadio contra el Olympiacos (1-1), siendo las otras dos igualadas sin goles.