El aeródromo de Antequera competirá con el de aquí

  • Fomento da luz verde a un aeropuerto a sólo 80 kilómetros del granadino que atraerá aerolíneas de bajo coste, las que han hecho crecer al de Chauchina.
  • El presidente de la Diputación pide más apoyo empresarial para seguir captando vuelos.

El aeropuerto de Granada es el que más crece de Andalucía, pero su espectacular despegue se puede ver amenazado en poco tiempo por un vecino competidor: el futuro aeródromo de Antequera, a unos 80 kilómetros del nuestro. La Junta ya ha emitido un informe favorable y el Ministerio de Fomento empezó ayer a tramitar su declaración de Interés General del Estado. Con ella, habría luz verde a las obras.

Si todo sigue su curso, los primeros aviones aterrizarían en el aeropuerto de Antequera entre finales de 2010 y principios de 2011.

Según el alcalde de allí, la principal intención es aprovechar la ubicación de Antequera (epicentro de Andalucía) para impulsar el tráfico de mercancías.

Pero la base antequerana también tendrá entre sus principales operadores a las aerolíneas de bajo coste, que buscarán allí –como ya hacen en otros aeropuertos medianos y pequeños– la comodidad en horarios y pistas que no encuentran en los grandes aeródromos.

Y precisamente las líneas baratas han sido las que están propiciando el crecimiento del aeropuerto de Chauchina.

¿Será el de Antequera, entonces, una amenaza?

El presidente de la Diputación de Granada, Antonio Martínez Caler, espera que la base vecina sea más bien «complementaria», aunque, en cualquier caso, «tenemos tiempo para reforzar y consolidar los vuelos baratos de nuestro aeropuerto», de forma que no se produzca un trasvase de aerolíneas a Antequera. Para el alcalde antequerano, Ricardo Millán, sí que «puede entrar en competencia» con el de aquí.

Caler pide más apoyo empresarial

Por el aeropuerto de Chauchina (aunque oficialmente se llama Federico García Lorca Granada-Jaén) pasaron en 2006 casi 1,1 millones de pasajeros, una cifra en crecimiento, que dobla a la de hace apenas tres años, gracias en gran parte a los vuelos baratos. Pero el peso de las subvenciones a las aerolíneas corren a cargo de la Diputación, mientras que las empresas apenas aportan. Por eso Caler reclama un «mayor apoyo» del empresariado para seguir captando vuelos.

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