Los hechos que motivaron la detención del domingo se produjeron alrededor de las cinco y media de la tarde en un puesto del mercado de la Ribera, cerrado al público por ser festivo. El personal de seguridad observó, a través de las cámaras de vigilancia, la presencia de una persona deambulando por los puestos de las instalaciones y, cuando el vigilante fue a su encuentro, pudo ver que el intruso salía de uno los puestos donde había forzado una persiana.

El individuo arremetió contra el vigilante e intentó huir del lugar. Tras un forcejeo, fue reducido y retenido hasta la llegada de una patrulla de la Ertzaintza, que procedió a su detención.

Los agentes le efectuaron un registro corporal preventivo y localizaron entre sus pertenencias diversas monedas fraccionadas por valor de 64 euros, dos cargadores de teléfono móvil, así como un pendiente y un colgante de oro, presuntamente sustraídos en el interior del puesto.

El vigilante tuvo que trasladarse a la Mutua para ser atendido de las heridas que presentaba en las rodillas, codo y muñecas. El arrestado, que el día anterior había intentado robar en otro puesto del mercado en circunstancias similares, pasó a disposición judicial este pasado lunes por la mañana.