"Si algo hemos aprendido en estos meses de experiencia parlamentaria es que no nos puede hacer olvidar la calle y a las organizaciones de la sociedad que trabajan en la calle", ha expresado Iglesias.

Antes de comenzar la reunión, Iglesias ha atendido a los medios de comunicacion para subrayar que "nosotros estamos en las instituciones por y para ellos y la función parlamentaria de Podemos es no estar tanto en el Parlamento, sino estar con la gente y hacer que sus reivindicaciones se conviertan en las nuestras".

A colación ha dicho que "hay que tener claro que el agua es un servicio público" para calificar de "muy injusto" el Impuesto de Contaminación de Aguas (ICA) que el Gobierno de Aragón quiere aplicar a los ciudadanos de Zaragoza y al que se opone el Ayuntamiento al argumentar que la depuradora, construida hace más de 20 años ya está pagada con los tributos de los zaragozanos y establecer un canon supondría pagar dos veces la prestación.

Iglesias ha señalado que el canon "se trata de un impuesto muy injusto que hace pagar a la gente por un servicio que ya ha pagado o a gente que no recibe ningún servicio de depuración".

"PÚBLICA Y PARTICIPATIVA"

El presidente de RAPA ha explicado que el motivo de la reunión es para que Iglesias recoja las inquietudes de esta Red que integra a más de 16 colectivos entre sindicatos, consumidores, asociaciones vecinales o ecologistas.

"El tema del agua es un elemento esencial en la vertebración, organización y salud de la ciudadanía", ha indicado Mérida para criticar que en los cinco años de trabajo desde que se constituyera esta entidad "nos hemos encontrado que el agua ha servido fundamentalmente para una gestión privada, dar un beneficio a las grandes empresas y no se ha tenido en cuenta una gestión eficaz, transparente, porque todo el mundo entiende que la gestión del agua en las ciudades debe ser fundamentalmente pública y participativa".

Al respecto, ha detallado que tiene que ser pública porque "lo pagamos toda la ciudadanía" y participativa porque "no solo debemos dejar el control del servicio a las instituciones, sino que la sociedad civil organizada debe participar en los órganos de control de estas instituciones para velar que el agua, un elemento esencial en nuestra salud, sea de calidad y bien gestionada".