Más allá de la interpretación. Actores que también han querido ser directores

  • El actor Raúl Arévalo ha tenido un aplaudido debut como director con 'Tarde para la ira', presentada en la Mostra de Venecia.
  • Este mismo año, Paco León ha tenido uno de los taquillazos del cine español con 'Kiki, el amor se hace'.
  • Eastwood, Woody Allen, Mel Gibson, Jodie Foster o Sofia Coppola son directores reconocidos, pero también empezaron solo actuando.
Clint Eastwood en el rodaje de 'Sully', que se estrenará en noviembre.
Clint Eastwood en el rodaje de 'Sully', que se estrenará en noviembre.
GTRES
Clint Eastwood en el rodaje de 'Sully', que se estrenará en noviembre.

Estamos acostumbrados a verle ante la cámara, haciendo comedia o drama, cine o televisión. Ahora ha decidido dar el salto a ese lugar "invisible", pero desde el que puede controlarse todo el proceso creativo de una película, el de la dirección. El mostoleño Raúl Arévalo ha debutado con el thriller Tarde para la ira, con una violencia directa y seca, con una historia desgarradora, como si una de sus mejores interpretaciones, en La isla mínima, le hubiera guiado hasta aquí. Su presentación mundial en la Mostra de la Venecia ya ha recogido ya sus primeras excelentes críticas y aplausos del público.

Entre los ejemplos más recientes, el sevillano Paco León sorprendió con su opera prima Carmina o revienta, y su secuela, Carmina y Amén, y este mismo año ha conseguido un taquillazo con Kiki, el amor se hace. Leticia Dolera fue nominada a los Goya en el apartado de mejor dirección novel por Requisitos para ser una persona normal; Laura Mañá, actriz de La teta y la luna o Libertarias, ha realizado premiados largometrajes como La vida empieza hoy o Palabras encadenadas.

Al actor norteamericano Tom McCarthy el reconocimiento le ha llegado como director, sobre todo con los premios por Spotlight, la película ganadora del Oscar de este año. También están destacando más como directores Matt Ross con una producción independiente protagonizada por Viggo Mortensen, Captain Fantastic —y que aquí se estrenará el 23 de septiembre—; o Jon Favreau, director de Iron Man y uno de los taquillazos también de este año, El libro de la selva. El director Ron Howard empezó como actor niño prodigio, luego vendrían Willow, Apolo 13 o El código Da Vinci.

Las estrellas hollywoodienses, de ayer y de hoy, siempre se han sentido atraídas por la dirección. Al Pacino, Robert De Niro, Paul Newman, Marlon Brando, Jack Nicholson, Tom Hanks, Natalie Portman, Angelina Jolie o Ewan McGregor —que en San Sebastián presenta American Pastoral, precisamente su debut—, entre tantas otras. Y a Hollywood también le parecía gustar que lo hicieran. Más de uno acabó llevándose esa llamada "codiciada estatuilla". Robert Redford por Gente corriente (1980), Warren Beatty por Reds (1981), Kevin Costner por Bailando con lobos (1990) o Clint Eastwood, en un par de ocasiones, por Sin perdón (1992) y Million Dollar Baby (2004). Otros han debido de conformarse de momento con estupendos elogios, Ben Affleck, Tim Robbins, Ed Harris, George Clooney, Tom Hanks o Sean Penn.

Sofia Coppola, pese a ser la hija del ilustre director de El Padrino, no convencía com actriz; su oportunidad la halló tras las cámaras y una de sus películas, Lost in Translation, es un título de culto. Como ella, hay actores y actrices que prefieren mantenerse en un terreno menos comercial, incluso con obras arriesgadas, como Sarah Polley, Ralph Fiennes, Tommy Lee Jones, James Franco, Steve Buscemi o John Turturro. Todos parecen haberse sentido tentados alguna vez a probar desde la silla del director, Nicolas Cage, Drew Barrymore, Keanu Reeves, Denzel Washington o Edward Norton. Muy activa se muestra la francesa Julie DelpyLolo, el hijo de mi novia, se estrenó en julio—; y Mia Hansen-Love ha preferido apartar su carrera como actriz para concentrarse en la directora.

Clásicos irresistibles

El desafío como director siempre lleva a caminos inescrutables. Dennis Hopper logró uno de los títulos emblemáticos de los 70 con Easy Rider (Buscando mi destino) (1969); uno de los actores británicos más célebres, Laurence Olivier aumentó su reputación dirigiendo, sobre todo, obras de ShakespeareHamlet, de 1948, le valió los Oscar al mejor actor y director—. Otro británico, Kenneth Branagh, director de Thor, también se inició dirigiendo a Shakespeare, con Enrique V (1989) y Mucho ruido y pocas nueces (1993), o emulando a Hitchcock en Morir todavía (1991).

Charles Laughton probó suerte solo una vez, con La noche del cazador (1955), pero el fracaso de crítica y público le llevó a retirarse. Desde hace tiempo su película, su única película, está considerada entre las mejores de la historia del cine. Y, ¿qué me dicen de Harold Ramis o Frank Oz? Uno de los actores de los Cazafantasmas dirigió Una terapia peligrosa o una comedia de culto, Atrapado en el tiempo; y Frank Oz, de darle vida a Yoda se puso a dirigir Cristal oscuro (las marionetas eran su otra gran pasión) o realizar Un par de seductores, una de las mejores comedias de los 80. Antes que ellos, Charles Chaplin o Buster Keaton también decidieron tomar las riendas ante y tras las cámaras.

8 grandes directores que antes fueron actores

Barbra Streisand. La actriz, cantante y productora, leyenda viva y una de las personalidades más fuertes y carismáticas del espectáculo norteamericano solo ha dirigido tres largometrajes, y el inminente estreno de cada uno se convertía en un acontecimiento. Su carta de presentación, el musical Yentl (1983), luego siguió con el drama de El príncipe de las mareas (1991) y El amor tiene dos caras (1996).

Clint Eastwood. Otra leyenda y considerado como "el último director clásico vivo de Hollywood". Estaban sus no menos legendarios spaghetti westerns dirigidos por Sergio Leone, su Harry el sucio o el que fuera el actor más taquillero de la década de los 70; y después se desmarcó, y sorprendió, como un director sensible y magistral. Su nuevo trabajo es Sully, que se estrenará en noviembre, protagonizado por Tom Hanks.

Fernando Fernán Gómez. Uno de los grandes del cine español en la interpretación. Y en su faceta de director, algunas de sus obras están entre las mejor valoradas de nuestro cine como La vida por delante (1958), El extraño viaje (1964), El mundo sigue (1965) o, en un sentido homenaje al mundo de los intérpretes, El viaje a ninguna parte (1986).

Jodie Foster. También niña prodigio, dos Oscar a la mejor actriz y otra de las personalidades más remarcables de Hollywood. Solo cuatro largometrajes desde 1991, de El pequeño Tate a Monster Money, estrenada el pasado julio. “Siempre respondo que mi directora de cine favorita es Jonathan Demme. Es el mejor con el que he trabajado. Fue un tío capaz de entender El silencio de los corderos y decir que esta película es sobre una mujer y ella va a ser la heroína".

John Cassavetes. Desafiando todas las normas del cine Mainstream hollywoodiense, con un cine más realista y permitiendo la activa participación de sus intérpretes improvisando como método. Creó escuela en el panorama de los directores a contracorriente y rebeldes que revolucionaron el cine norteamericano de los 70. tivas: Una mujer bajo la influencia (1974), Noche de estreno (1977) o Gloria (1980), entre sus películas más significativas.

Mel Gibson. Otro actor que ganó el Oscar, por Braveheart (1995). La saga Mad Max o Arma letal le hicieron famoso, pero el australiano ha destacado por el carácter que ha imprimido a sus películas como director desde su debut con la más sensible El hombre sin rostro (1993) hasta la sensacional épica de Braveheart o Apocalypto, o la controversia de La pasión de Cristo. En Venecia ha presentado nueva película, el filme ambientado durante la II Guerra Mundial Hacksaw Ridge.

Robert Redford. De ser uno de los grandes galanes de Hollywood a obtener el Oscar en su debut, por Gente corriente (1980). Tras las cámaras le gusta narrar sus historias con el ritmo reposado (El río de la vida, 1992), o mostrarse crítico con las instituciones de su país (Leones por corderos, 2007). Nueve largometrajes hasta el momento, y manteniendo siempre viva su pasión por el cine, también como uno de los impulsores del Festival de Cine de Sundance.

Woody Allen. El cómico que siempre quiso convertirse en un galán imposible. Admiraba al seductor Warren Beatty de quien dijo que le gustaría reencarnarse en la yema de sus dedos". Y, sin embargo, triunfó tal como era. Annie Hall (1977), Oscar a mejor película y director, marcó el momento en el que llegó a erigirse en director de referencia y culto para muchos, cineastas y espectadores. Sigue fiel a su política de rodar un largometraje al año y pronto, a finales de septiembre, se estrenará su miniserie para Amazon, Crisis in Six Scenes.

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