En una entrevista concedida a Europa Press, Lapuente ha señalado que "habiendo instrumentos adecuados; hay que aspirar a que todos los debates se generen y se desarrollen en la Mesa, sin ningún tipo de intervención política, sea del color que sea, tenga el interés que tenga, porque al final quien se juega su patrimonio y su futuro son los que señores sientan en la Mesa" del Consejo. "Sería lamentable que al final fuera una proclama o soflama de un punto de discusión que no corresponde", en relación a la intervención política sobre esta tema.

El director general se ha referido de este modo a la petición de ABRA, ante el Gobierno vasco, de crear la Denominación de Origen 'Viñedos de Álava', que contaría con el respaldo de 40 bodegas de la zona.

Lapuente ha manifestado que la propuesta "nos provocó perplejidad, que alguien que comparte un negocio rentable y de futuro, decida explorar o al menos lanzar un globo sonda sobre estas iniciativas", con un comportamiento "un tanto desleal".

El director general ha lamentado que "solo conocemos el asunto por los medios de comunicación y por una reunión muy puntual con la organización - ABRA-", hasta el punto que "cuando hemos intentando ir más allá en la búsqueda de la justificación, tampoco la hemos encontrado".

SIN ARGUMENTOS

"No caben argumentos identitarios, ya que hemos ido avanzando en la identificación de vinos de subzona y de municipios, acercando posturas en un escenario en el que todo el mundo se vea cómodo", ha añadido. Además, ha apuntado que "no se descubren argumentos de calidad diferentes a los que propone la Denominación, así como tampoco aspectos económicos, puesto que los datos acreditan una situación envidiable desde el punto de vista cualitativos y de rentabilidad del negocio, para cualquiera que quiera abordar una aventura en el ámbito vitivinícola". Por ello, ha asegurado que "cuando no se encuentran más argumentos, al final el desconcierto es todavía mayor".

Lapuente ha indicado que es una iniciativa presentada ante el Gobierno vasco, y de la que "estamos esperando acontecimientos". En este punto, ha recordado que se invitó a que la propia organización "diera explicaciones y a eso se comprometieron a hacerlo donde corresponde, en la mesa donde se dan cita todas las organizaciones".

En este punto, ha señalado que a finales de julio, al aparecer el comunicado de ABRA, y respuesta del Consejo riojano en el que "mostramos el desconcierto y falta de entendimiento", la organización de vinos alavesa pidió un encuentro en el que "explicaron el envío del comunicado y no se dieron razones de fondo" a la propuesta. Por ello, el director general les señaló que debía ser en el pleno donde debían explicar la iniciativa.

Ha apuntado que, es una organización que "participaba en el desarrollo identitario, que podía enriquecer el porfolio de Rioja; y en paralelo, y de espaldas a la Mesa en la que se discutía y, se estaba dando respuesta a sus pretensiones, trabajar durante ocho meses para sacarse de la chistera esta propuesta".

Además de no parecerle "correcto" la forma de actuar de ABRA, ha recordado que en este mundo del vino, el argumento marquista "se queda corto, porque hablamos de un negocio saturado, con un desequilibrio estructural en el que hay más oferta que demanda". Ante ello, ha señalado que "tener un paraguas y la proyección que te ofrece una Denominación te da unas garantías, que te deben hacer dudar de la alternativa de una aventura en solitario, por la dureza que revestiría y la dificultad que tendrías para alcanza notoriedad".