Según informa el Cuerpo Nacional de Policía, la investigación se inició meses atrás después de que el responsable de una empresa dedicada al sector de la administración de fincas, a raíz de una comunicación de su entidad bancaria, se percató que personas no autorizadas estaban accediendo a su banca 'online', observando diversas anomalías en su cartera de clientes.
Tras una extensa y minuciosa investigación técnica, sobre el rastreo de las comunicaciones de la empresa, los agentes llegaron a la conclusión que los hechos tenían su origen en la conexión a Internet de una mujer que tiempo atrás había tenido relaciones laborales con la víctima.
Al respecto, la mujer supuestamente estaba cometiendo estos actos con objeto de recabar información sobre los datos de clientes, para "aprovecharlos en beneficio propio", dado que se dedicaba de manera autónoma a realizar trabajos como administradora de fincas.
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