Con estas palabras, el presidente de las Cortes de Aragón, Antonio Cosculluela, ha puesto de relieve el valor de esta fiesta popular que data del siglo XV, que ha sido trasmitida de generación en generación de forma oral, y en la que participan unos quinientos vecinos -más de trescientos sobre el escenario- de Aínsa y de municipios cercanos.

"La difusión de nuestro rico pasado es objetivo prioritario de esta institución", ha manifestado Cosculluela. Unas Cortes que, tal y como ha recordado, ya se comprometieron con la Morisma en 1676, con la entrega de diez libras jaquesas para sufragar los gastos de organización.

Por ese "apoyo fiel" que aún perdura -ha dicho- "no hay mejor lugar" para presentar la fiesta. El presidente también ha felicitado a "quienes mantienen viva la tradición" y ha animado a los aragoneses a "acercarse a la historia de Aragón, disfrutando de la recreación", que supone también "un gran reclamo turístico para Aínsa y todo el Sobrarbe".

El presidente de las Cortes ha estado acompañado en esta presentación del diputado y alcalde de Aínsa, Enrique Pueyo, quien ha asegurado que esta fiesta representa "el sentimiento de ser ainsetano", además de haber destacado que "hay familias que es la cuarta generación que participan interpretando a un personaje".

Por su parte, el presidente de la Asociación Cultural 'La Morisma', Pedro Luis Escartín, ha explicado las novedades que habrá este año y las actividades paralelas, como la aparición del personaje denominado 'el judío' o el mercadillo medieval que se instalará en las calles del municipio. "Sin todo el pueblo viviéndola como una gran fiesta, que es lo que trasmitimos a todos los visitantes, no podría ser posible", según ha destacado Escartín.