Los colegios mayores defienden su papel como un modelo de convivencia y formación

  • Acaban de lanzar la llamada “Declaración de Madrid”, en la que definen los principios y funciones que deben seguir en la actualidad.
  • En España hay 140 colegios, con cerca de 20.000 estudiantes.
  • El precio medio mensual de una habitación individual con baño se sitúa en algo más de 900 euros.
Fachada del Colegio Mayor Chaminade, en Madrid.
Fachada del Colegio Mayor Chaminade, en Madrid.
CMU Chaminade
Fachada del Colegio Mayor Chaminade, en Madrid.

Son instituciones históricas, ligadas a la raíz de la universidad española y europea. Los Colegios Mayores Universitarios defienden su papel como institución académica al servicio de la universidad y de la sociedad, como un modelo de convivencia y formación que necesita recuperar su prestigio social y adaptarse a la realidad sin renunciar a sus valores. Con cerca de 20.000 estudiantes, en España hay en la actualidad 140 centros, 125 de ellos adheridos al Consejo de Colegios Mayores Universitarios de España, que han logrado mantener una ocupación media del 75%, a pesar de que al menos cinco de ellos han tenido que cerrar en los últimos tres años, de acuerdo con los datos de esta organización.

Acaban de lanzar la llamada “Declaración de Madrid”, en la que definen los principios y funciones que deben seguir en la actualidad. Los colegios se definen en esta declaración como centros universitarios cuya función no se limita a proporcionar residencia a los estudiantes, sino que promueven una formación académica y social paralela a una serie de valores. Tienen una dimensión y una responsabilidad social, defiende el manifiesto, que pasa por habilitar las condiciones para que los universitarios cursen de forma eficaz sus estudios, por reforzar la formación específica que reciben en las aulas, fomentar el espíritu universitario y académico y contribuir, en definitiva, a la formación de ciudadanos.

“Defendemos la convivencia como un valor que exige un compromiso activo y un esfuerzo de tolerancia y de respeto”, explica el presidente del consejo, Nicanor Gómez, quien reconoce que “en un mundo en el que se queman etapas a gran velocidad, en el que la inmediatez, el confort y la satisfacción instantánea de las necesidades tienen tanto peso, nuestro modelo puede ser considerado anacrónico”. De ahí la disposición a hacer un esfuerzo de adaptación “pero sin perder nuestra razón de ser, nuestro compromiso con la universidad, con la cultura y con los valores cívicos y éticos, señales de identidad que nos hacen más necesarios que nunca”, añade.

El precio medio mensual de una habitación individual con baño se sitúa en poco más de 900 euros, importe que en Madrid puede superar los 1.000 euros mientras que en otras zonas ronda los 800, según datos del consejo. La misión educativa y cívica al servicio de la universidad y la sociedad, asegura su presidente, marca las diferencias con otros modelos como pueden ser las residencias universitarias.

“Los colegios mayores son instituciones universitarias, no tienen ánimo de lucro y su horizonte no es ni puede ser el beneficio económico”, de manera que “donde otros hablan exclusivamente de instalaciones y de servicios, nosotros ponemos el acento en los valores, en la responsabilidad, en la excelencia académica, en la cultura y en la convivencia”. “Nuestros colegios son más necesarios que nunca porque somos verdaderas escuelas de ciudadanía”, subraya el presidente del Consejo de Colegios Mayores Universitarios de España.

La pluralidad también es una seña de identidad de estos centros. Unos son públicos y pertenecen a grandes universidades, como la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de Salamanca, la de Granada o la de Sevilla, o bien a instituciones públicas como ministerios o fundaciones. Otra gran parte corresponde a instituciones religiosas y otros son independientes. “En nuestra diversidad y en nuestro horizonte universitario común reside gran parte de nuestra riqueza”.

Tradición universitaria

También en su historia, porque los colegios han tenido una “tradición gloriosa” que Nicanor Gómez remonta a la universidad renacentista, “al apogeo de los colegios mayores de las universidades históricas, como Alcalá, Salamanca, Valladolid, Santiago de Compostela o Granada, que tuvieron sus herederos en los colegios mayores de toda la América Hispana”. Situados en la raíz misma de la universidad española y europea, tras cesar su actividad durante el siglo XIX “volvieron a surgir con fuerza en la segunda mitad del siglo pasado y hoy seguimos siendo una institución universitaria llena de vitalidad y de futuro. Existen muy pocos ecosistemas universitarios homologables a nuestro modelo de colegio mayor como parte de la universidad”, sostiene el presidente del consejo.

Para poner de relieve su importancia, cita una reflexión del cardenal John Henry Newman quien, en su clásico The idea of a University, defendía que “cuando un grupo de jóvenes despiertos, curiosos y observadores, como sólo los jóvenes pueden serlo, viven en comunidad podemos estar seguros de que aprenderán unos de otros aunque no haya nadie que les enseñe”. Sin tener que llegar a ese extremo, “esa comunidad ideal de jóvenes universitarios es lo que nuestros colegiales encuentran cuando vuelven cada día de sus clases universitarias. Newman estaba hablando de uno de nuestros colegios mayores”, concluye.

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