La mayoría de los andaluces apoya la integración de los inmigrantes que viven aquí, pero no aceptan ni perdonan la discriminación que tienen hacia la mujer, sobre todo, los de origen musulmán.

Un estudio de la Consejería de Gobernación elaborado a través de 3.020 encuestas en zonas con presencia de inmigrantes, revela que el 83% de los vecinos los respalda y casi el 75% está de acuerdo en que participen de pleno en la vida sociocultural andaluza. Pero con unas condiciones: que acepten los valores constitucionales de igualdad y de convivencia cívica.

Los andaluces no son muy pesimistas con este fenómeno. Siete de cada diez opinan que traen algún efecto positivo. De hecho, la mayoría (44%) ve a los inmigrantes como una mano de obra necesaria. No obstante, este colectivo también suscita percepciones negativas en la mayoría de ciudadanos autóctonos. Casi cuatro de cada diez lo asocian con un incremento de la delincuencia.

La permanencia marca

Además, seis de cada diez dicen que ya son demasiados, y el 70% piensa que el fenómeno de la inmigración ha empeorado en los últimos años.

En cuanto a las relaciones entre inmigrantes y andaluces, dependen de la permanencia. La relación de amistad o vecindad es mayor cuando llevan más años viviendo en la zona y es más fácil para los latinoamericanos.

ALMERIA.-Más restrictiva

Es la provincia con más inmigrantes y la más restrictiva con los irregulares: uno de cada diez piensa que «hay que intentar devolverlos».

NIVEL EDUCATIVO.-Aceptación

A mayor nivel de estudios, mayor aceptación de los andaluces hacia los inmigrantes. Los que tienen menos nivel educativo los ven como competencia directa.

REGULARIZACIÓN.-Con trabajo

El 45% piensa que deberían regularizar sólo a los inmigrantes que tengan contratos laborales y un 22%, a los que llevan ya varios años en Andalucía.