Ana Bella Estévez, presidenta de una conocida fundación de apoyo a víctimas de violencia de género bautizada con su propio nombre, ha animado este viernes a las afectadas por esta lacra a "buscar ayuda y aceptarla". En ese sentido, y después de que una supuesta víctima de violencia machista retirase la denuncia promovida contra su presunto agresor, motivando la puesta en libertad del mismo, asegura que "si las víctimas rompen el silencio y denuncian cuando están preparadas, comprueban que hay alternativas para tener una vida plena y ser feliz".

En declaraciones a Europa Press, Ana Bella Estévez ha analizado el último caso de violencia de género trascendido en Sevilla, donde un hombre 33 años identificado como J.S.C. quedaba finalmente en libertad, después de ser detenido como presunto autor de un delito de violencia de género sobre su pareja, al retirar ella su denuncia.

En torno a este tipo de situaciones, Ana Bella Estévez expone que "para denunciar es necesario estar muy fuerte, porque lo que viene después es un proceso muy duro", toda vez que en ocasiones, hay víctimas de la violencia de género que "denuncian su caso sin estar preparadas para ello". Precisamente por eso, ha animado a las víctimas de violencia de género a "buscar ayuda, porque no están solas", y a aceptar dicha ayuda, pues "si rompen el silencio y denuncian cuando están preparadas, comprobarán que hay alternativas para tener una vida plena y ser feliz".

Ella misma, según expone, sufrió la violencia de género y "tras once años", huyó de su "casa" con sus cuatro hijos. "Me escapé de mi casa con mis hijos, denuncié y ahora soy feliz", ha puesto como ejemplo.

NUEVO CASO EN SEVILLA

Los hechos del caso concreto que nos ocupa se produjeron en torno a las 11,30 horas de este pasado miércoles, cuando dos patrullas que se encontraba en la Zona Sur y los agentes oyeron gritos procedentes de una vivienda de un bloque.

Allí, localizaron a una mujer pidiendo auxilio con la cabeza fuera de la ventana de la vivienda, cuando de pronto alguien tiró de ella hacia el interior. Los agentes subieron de inmediato mientras escuchaban desde la escalera los gritos de la mujer pidiendo socorro.

Al llegar al domicilio les franqueó el acceso un varón al que dos de los agentes pidieron que saliera de la vivienda. Los otros dos entraron al interior tras ser autorizados por la mujer, la cual tenía los labios inflamados y una herida sangrante, además de haber restos de sangre por el suelo de la vivienda.

La mujer declaró que había sufrido una agresión de su pareja, padre de sus hijas de seis y cuatro años de edad, con el que mantiene una relación sentimental desde hace ocho años. En una discusión, y según la Policía, este terminó agrediéndola y produciéndole las lesiones apreciadas, añadiendo que llevaba años sufriendo ataques similares, incluso delante de sus hijas, que en ese momento no se encontraban en la vivienda.

Los agentes ofrecieron a la mujer la posibilidad asistencia sanitaria, que rehusó, y le trasladaron el protocolo para formalizar denuncia. Los otros dos agentes preguntaron al varón por lo sucedido, manifestando este que la sangre procedía de un diente de su mujer que "tenía malo".