Según una nota de prensa remitida por la comunidad de regantes, cerca de 400 hectáreas de cultivo han empezado a recibir, a partir de este lunes agua superficial proveniente del trasvase de 4,99 hectómetros cúbicos al Condado. Este es, según ha explicado el presidente de la Comunidad de Regantes El Fresno, Ángel Gorostidi, "el comienzo de una revolución hídrica en el Condado, que contará con una infraestructura propia del siglo XXI, que permite continuar con la actividad agrícola y respetar el entorno medioambiental".

El presidente del Fresno ha recordado que el sector y la CHG "están cumpliendo con las exigencias que se incluían en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del trasvase que indicaba que cuando llegara el agua superficial se irían cerrando paulatinamente las captaciones de agua subterránea". Así, hasta este lunes, ya se han clausurado y esta cifra se elevará hasta los casi 300 con la llegada del agua a las fincas beneficiadas.

Por otro lado, Gorostidi ha asegurado que, "aunque se trata de una buena noticia y es un hito para esta comunidad, no podemos olvidar que aún hay 220 hectáreas pendientes de ser desbloqueadas y contar con una modificación de la DIA que les permita recibir el agua de este trasvase, porque también fueron beneficiadas cuando se aprobó el proyecto". Con la llegada de agua a esta superficie se cerrarían 112 pozos más en esta zona.

Este agua superficial llega justo cuando se está preparando el terreno para una nueva campaña de la fresa, "no podemos alargar la situación de dificultad que viven estos agricultores que aún esperan el agua superficial y que no saben si podrán empezar o no una nueva campaña con garantías".

Además, Gorostidi ha recordado que han sido los propios agricultores los que han abonado parte del coste de esta infraestructura -5,5 millones de un total de 20,5 millones-. Si el agua no llega para todos ellos, "tendrá un sobrecoste importante para El Fresno, que tendrá que devolver este importe a los agricultores".

El trasvase de 4,99 hectómetros cuenta con una red de tuberías de 35 kilómetros, una subestación eléctrica, sala de bombeo, balsas, casetas de agrupación, y una importante línea de alta tensión, entre otros. Estas obras dan continuidad al proyecto de impulsión del Fresno, ejecutado en 2008 y que modernizó los regadíos de la zona.