Sebastián viajó al despacho de la abogada en Bilbao, firmó los papeles,  pagó 600 € y entregó la documentación en la Policía y la delegación del Ministerio de Trabajo. Al volver triunfal a Pamplona, un trabajador de UGT le borró la sonrisa: «Sebastián, te han estafado».

Es el relato que Sebastián Andrade dio ayer en el segundo día de juicio contra la letrada bilbaína María Pilar Jiménez por la presunta estafa a, al menos, 49 inmigrantes. Andrade fue una de las víctimas, y ayer compareció en la Audiencia de Vizcaya.

Los seis testigos que declararon ayer negaron la versión de la imputada. Ella admite que cobró comisiones por tramitar la petición de regularización de inmigrantes. Pero sostiene que ya avisó de que el intento podía fracasar.

49 afectados denunciaron que los papeles jamás llegaron, pese a haber pagado a Jiménez. La Policía cree que hay 127 afectados. Hoy seguirá la declaración de otros testigos.

«Firma y no leas; no hay tiempo»

«Firma aquí. No lo leas; no hay tiempo». Una testigo declaró ayer que la abogada hacía todo lo posible para que nadie leyera los documentos que firmaban. Uno de los ayudantes de la letrada llevó en coche a un grupo de inmigrantes desde Alsasua (Navarra) hasta Bilbao. Allí la jurista les esperaba con otros 50. «Todo era un gran barullo, no sabía ni qué firmaba», dijo la testigo.