Con esta medida se persigue aumentar la competitividad del carbón nacional respecto al de importación, según ha destacado el grupo parlamentario Socialista, que ha calificado de "urgente" esta medida debido a "la situación en la se encuentran en estos momentos las explotaciones de carbón".

A su juicio, esta bonificación propuesta "garantizaría los puestos de trabajo de las personas empleadas en las empresas mineras" así como en las auxiliares.

De este modo se lograría la competitividad del precio nacional y se reactivaría la demanda de las centrales eléctricas, ya que según el PSOE, la diferencia de precios provoca "un grave problema de competencia en el precio, también conocido como dumping medioambiental".