El mapa-diagnóstico del ruido en la capital encargado por el Ayuntamiento ya está terminado y se presentará oficialmente en unas dos semanas. Como complemento a éste, el Consistorio ya ha sacado a concurso la realización de un estudio, denominado Planes de acción contra el ruido en la ciudad de Málaga, con el que se elaborarán estrategias para solucionar los problemas que existen.

Técnicos estudiarán en qué lugares de la ciudad hay zonas saturadas, definirán cuáles son las fuentes de riesgo principales, cómo se genera el exceso de decibelios y propondrán medidas correctoras concretas para ponerlas en práctica en el futuro más cercano. Pero todo esto no será inmediato. Para resolver el concurso de contratación del citado estudio se requerirán siete meses –se publicó ayer en el BOP, con un presupuesto de 150.253 euros– y será entonces cuando se comience a presentar las sugerencias y acciones.

La concejala de Medio Ambiente, Araceli González, explicó ayer que ese mapa del ruido no es una «foto fija» y que se van a seguir tomando muestras en el futuro con los medidores. «Hoy por hoy tenemos más ruido que nunca y exigimos que la ciudad se cuide más en este sentido», recalcó.

La ordenanza va para largo

Todo está supeditado a este estudio, que determinará los planes de actuación. Por eso, la ampliación de la ordenanza municipal de ruido, prometida desde marzo de 2005, sigue todavía en el aire y no tiene fecha concreta. En su texto, aún no aprobado, se prohíbe ejecutar obras en domingos y festivos, usar aspiradoras y lavavajillas o arrastrar muebles después de las 22 horas.