La nueva víctima de la crítica y la diversión de Yllana es la gastronomía en 'Chefs'

  • "Que bajen un poco los pies a la tierra les decimos a los cocineros", cuenta uno de los actores de Yllana sobre su última obra.
  • "Hasta dónde puede llegar la comida si se vuelve demasiado científico el asunto es lo que abordamos".
  • "Es que los cocineros salen hoy más en las revistas que los modelos".
Rubén Hernández y Cesar Maroto, de la compañía de teatro Yllana, durante una entrevista para 20minutos.
Rubén Hernández y Cesar Maroto, de la compañía de teatro Yllana, durante una entrevista para 20minutos.
JORGE PARÍS
Rubén Hernández y Cesar Maroto, de la compañía de teatro Yllana, durante una entrevista para 20minutos.

"Le damos de medio lado a la gastronomía, o más bien a los cocineros y al mundo del restaurante", dice César Maroto, uno de los actores de Yllana que lleva a escena Chefs en el Teatro Alfil (Madrid). «Que bajen un poco los pies a la tierra les decimos, pero eso es en la obra, porque hay gente que hace platos increíbles».

Completan el reparto Carlos Jano, Rubén Hernández, Susana Cortés y Antonio de la Fuente. Añade César Maroto : «Si tuviera dinero comería así todos los días».

El resumen más serio, incluso profundo, lo dan ellos mismos: «Hasta dónde puede llegar la comida si se vuelve demasiado científico el asunto eso es lo que en el fondo estamos abordando en esta obra». ¿Y hasta dónde puede llegar exactamente? «Pues hasta quitarle la emoción», señala César Maroto.

"Teníamos muchas ganas de meterle mano al mundo de la cocina", interrumpe Rubén, a quien a su vez quita la palabra divertido César: "Es que los cocineros salen hoy más en las revistas que los modelos. También cuenta que David Ottone (director) tenía la idea de esta historia de cocina con humor desde hace tiempo".

La idea, a grandes y simples trazos, la cuenta Maroto:"Se trata de un chef de alta gastronomía que está con sus hidrógenos y sus cosas y empieza a perder la cabeza por conseguir la fama". Antes de contar lo que parece el final, toque de su compañero: "Y ya, que no vamos a contar más, que no vamos a hacer un 'spoiler' aunque esto no sea Juego de trono.

Cogen la olla enorme con la que andan todo el tiempo trajinando y empiezan a enumerar todo lo que meten en la comedia que es todo lo que no se salva de sus sarcásticas fauces: «Ni los críticos ni la cocina japonesa ni la italiana ni la crítica ni los cocineros y las teles ni el amor. También metemos en la olla la granja, los comensales, y por supuesto gente del público» .

Y ese público en este caso es de todas las edades, algo para lo que han tenido que ejercer un poco la censura: «Nos autocensuramos. Quitamos el picante y la sal, y lo dejamos al lado, que la gente si quiere con su imaginación lo eche».

¿Y si salen a escena y se encuentran con Rajoy, Rivera, Pablo Iglesias y Pedro Sánchez? Ni medio segundo tardan en contestar: «No trabajamos ese día. Nos sentamos y les decimos: venga, empezad a hablar, que mejor comedia que vosotros no tenemos. Si lo que hacen es humor constante. ¡Intrusismo!, ¡dejad de hacer intrusismo y hacer política ya, por favor» .

«Si no se ríen, que se larguen»

Fieles a los personajes que interpretan, los actores de Yllana fuera de escena hablan igual, con ironía y provocando. Así, ante la pregunta por lo que harían si la gente no se ríera , la contestación es el reverso de la diplomacia: «Si no se ríen, que se larguen. Les devolvemos la entrada». Eso sí: jamás les ha pasado.

«Es que nosotros vamos puliendo sobre la marcha. Si vemos que algo no funciona, lo cambiamos».

¿Y si se enfadan? «Muchas veces nos enfadamos, nos reconciliamos en escena y nos volvemos a enfandar».

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