El fiscal general de París, François Molins, ha asegurado este lunes que Mohamed Lahouaiej-Bouhlel, el autor de la masacre que el pasado jueves costó la vida a al menos 84 personas en Niza, había mostrado un interés "claro" pero "reciente" en el Islam radical, pero que no existen pruebas de que este ciudadano tunecino hubiese tenido contacto con miembros de Estado Islámico (EI) ni hubiese jurado lealtad a esta organización.

"La radicalización puede ser más rápida cuando se trata de individuos que ya están perturbados", ha explicado Molins en rueda de prensa. Del 1 al 14 de julio, Bouhlel buscó en internet suras del Corán, cantos religiosos e información sobre las recientes masacres en Orlando y en Magnanville, cerca de París, donde un hombre que había jurado lealtad al EI asesinó a una pareja de policías.

El registro tanto del móvil hallado en la cabina del camión que conducía el terrorista en Niza como del ordenador que tenía en su casa indica un alto grado de "premeditación"  del crimen. Su móvil, de hecho, contenía un artículo del primero de enero de este año del diario local Nice Matin con el título: "Se estrella voluntariamente en la terraza de un restaurante".

Los investigadores concluyen asimismo que había ensayado el recorrido anteriormente. El terrorista recorrió en diferentes ocasiones, incluso el mismo día de la masacre, el paseo de los Ingleses, donde cometió su crimen, según las imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia y fotos tomadas desde el propio móvil del individuo.

Tras recabar los datos de ambos aparatos, los investigadores han hallado que Bouhlel guardaba en su móvil imágenes de líderes yihadistas como Osama Bin Laden o Moctar Belmoctar. Además, también guardaba imágenes de la publicación satírica Charlie Hebdo —contra la que Estado Islámico atentó en enero de 2015— , fotos explíctas de decapitaciones llevadas a cabo por Estado Islámico y dejó rastro en Google de búsquedas con las palabras "accidentes mortales".

Según el testimonio brindado por una de las seis personas que continúan bajo arresto tras el atentado del 14 de julio, el hombre se había dejado barba hacía ocho días y había explicado que tenía un significado religioso. El fiscal también reveló que Bouhlel había mostrado un vídeo con decapitaciones a uno de los detenidos y, ante su sorpresa, le dijo que él "ya estaba acostumbrado" a su visionado. También confirma el fiscal que una persona está detenida por recibir un mensaje de Bouhlel minutos antes del atentado.

Molins ha explicado finalmente que 13 víctimas del ataque aún siguen sin identificar. Un total de 74 heridos siguen hospitalizados, de los que 28 permanecen en estado crítico.

Por otro lado, Francia ha enmudecido este mediodía durante un minuto para homenajear a las víctimas del atentado, si bien entre la solemnidad también se ha colado la crítica política, con abucheos al primer ministro, Manuel Valls, en el acto más simbólico.

Valls y la ministra de Sanidad, Marisol Touraine, han representado al Ejecutivo en este acto y han tenido que escuchar silbidos y peticiones de "dimisión, dimisión" de quienes culpan al Gobierno de la ola de ataques sufridos por el país en los últimos meses. También se han escuchado gritos de "asesinos".

El presidente de Francia, François Hollande, ha guardado silencio en la sede del Ministerio del Interior, junto al titular de esta cartera, Bernard Cazeneuve. En la capital también se ha interrumpido el servicio de metro y trenes como señal de duelo. Los actos se han repetido en otras ciudades de Francia, así como en las principales instituciones de la UE: el Tribunal de Justicia de Luxemburgo y el consejo de ministros de Exteriores en Bruselas.